¿Iglesias cerradas? Eso no ha sido un impedimento para que el sacerdote Amedeo Basile, párroco de la Santísima Addolorata, una iglesia de Tarento, al sur de Italia, celebrara la Semana Santa con los fieles del barrio a pesar del aislamiento que impone la pandemia de coronavirus.

Según contó a los medios locales, la idea surgió en una charla de WhatsApp y se animó a hacer el "experimento". "Nos habíamos imaginado que podía funcionar, -explicó el sacerdote- porque la posición de la iglesia es estratégica. Es baja y está rodeada de edificios".

Los vecinos se sumaron de inmediato el Jueves Santo y también hoy, Viernes Santo, cuando un reportero gráfico de Reuters registró la liturgia.