Una redacción silenciosa, ausente y oscura les habla todos los días a los lectores, y cubre de noticias las páginas y el sitio digital. Todo ha cambiado en el edificio de Mendoza 654. 

LA GACETA se recrea a diario desde los hogares remotamente, salvo las producciones de TV. 

Apenas un periodista se conecta en su casa, una pantalla se enciende en la gran sala que queda poblada por fantasmas cibernéticos.