Detrás de la imprescindible solidaridad, de los temores obligados y de los irresponsables y negadores de siempre; cubiertas por los barbijos, subyacen preocupaciones en la dirigencia que van más allá de la pelea contra el virus; algunas de ellas más ligadas a lo económico, como por ejemplo plantearse seriamente si vuelven las cuasimonedas o si la Nación va a emitir dinero para auxiliar a las provincias. O bien referidas a la nerviosa política comarcana como lo es la interna en el peronismo por ver quién se queda con la representación del kirchnerismo tucumano. Grandes y pequeñas inquietudes. Todo eso mientras el coronavirus acecha, mete miedo y conmina al encierro. El Covid-19 va a pasar, será historia, dejará secuelas sociales y económicas, pero en el mientras tanto, en el devenir de la acción política, siempre habrá márgenes para las conspiraciones debajo de toda crisis, que sirve de excusa.

La semana que pasó, un audio de Whatsapp viralizado de un concejal de Concepción sirvió para ahondar más las diferencias entre el oficialismo y el intendente Roberto Sánchez, más allá de lo que se escucha decir sobre la pandemia y más que nada por la ausencia de aclaraciones, por lo que habrá que seguir de cerca cómo discurre la relación institucional entre el Ejecutivo peronista y el Municipio radical. Pinta tirante y presta a explotar por algún lado. Si las dificultades que asoman para todos son de índole económica, es fácil imaginar por dónde se tensará la cuerda entre las partes. El ex piloto no se manejaría bien con el oficialismo, o por lo menos no como desearían en el Gobierno. Distinta sería la relación del PE con el intendente Mariano Campero (Yerba Buena) y Sebastián Salazar (Bella Vista) quienes, al decir de un habitante del palacio gubernamental, se comportan como verdaderos caballeros.

Muchas cosas se desarrollan detrás de la cuarentena por el coronavirus, como el conflicto que mantiene Manzur con el combativo Sitas, la única organización estatal que persiste y que expone en la calle sus diferencias con el Gobierno; el resto se llamó a silencio tras algún primer pataleo después del decreto que dispuso un incremento del 15,1% para el personal de la administración pública. La epidemia es ahora el nuevo motivo de enfrentamiento entre el PE y Sitas: uno denuncia la faltante de insumos en los hospitales para contrarrestarla y el otro sostiene que sobran elementos para combatirla. La consecuencia de la razón que pueda tener uno de ellos en sus afirmaciones será, o bien perjudicial para la sociedad o bien para beneficio de todos.

El miércoles, horas antes de que el gobernador viajara a Buenos Aires para asistir a la reunión entre el Presidente y los mandatarios provinciales -de la que luego salió la cuarentena total-, el periodista Horacio Verbitsky habló en una radio porteña sobre la designación de la constitucionalista Gilda Pedicone de Valls al frente de la Dirección de Asesoría Letrada de la Legislatura. Causó revuelo allá más que aquí. Ese nombramiento había sido revelado por LA GACETA hace 16 días, pero que lo haya mencionado Verbitsky en la radio El Destape, en el programa Diario K, provocó remezones en la gestión nacional debido a lo que trasunta políticamente.

El hecho derivó en varias llamadas nerviosas desde la Capital Federal a la Casa de Gobierno a lo largo de esa jornada. El teléfono de Manzur no paró de sonar para pedir explicaciones o por lo menos para saber de qué se estaba hablando, o bien qué se estaba queriendo decir en realidad. Qué había detrás, si algún misterio había que desentrañar. El destacado columnista presentó a Pedicone de Valls como la abogada defensora de Antonio Bussi en la causa de la cuenta suiza. Derechos Humanos en el medio. En el kirchnerismo eso es un combo indigerible, fuerza que en alguna ocasión ya supo frenar una designación en la Corte Suprema de Justicia de Tucumán porque el elegido tenía un pasado vinculado a la gestión militar. ¿Se encendieron las alarmas en la Rosada? ¿Cristina era quien le estaba mandando un mensaje a Manzur para seguir castigándolo? ¿Cómo debía interpretarse esta “revelación” a horas de que el gobernador debiera juntarse con Alberto? ¿Le estaban poniendo trabas? ¿Por qué?

La situación causó ruido detrás de todos los efectos de la pandemia, más que nada por quién lo refería y dónde lo hacía. Fueron unas horas de dudas, de idas y vueltas; el tema finalmente quedó tapado por la realidad y pasó a segundo plano, no así las respuestas a algunas de aquellas preguntas. Surgieron dos posibilidades después de rápidas averiguaciones. Una sostenía que algún afectado porque se dieron de baja a una quincena de sus colaboradores en la Legislatura había llevado eventualmente la “novedad” -que tenía un par de semanas ya- a la zona del poder central para incomodar al vicegobernador, más que a Manzur. El tema es conmigo, no con el gobernador, refiere Jaldo sobre esta situación, guardándose para sí el nombre del supuesto afectado y eventual garganta profunda. Sin embargo, hay más alrededor de los dichos de Verbitsky por sus efectos locales. Es pura opereta tucumana, sostienen jóvenes dirigentes del cristinismo tucumano, sacando a la ex presidenta del medio del entuerto y apuntando más a los intereses de algunos referentes locales pensando en 2023 que a la coyuntura. Esas fuentes entienden que algunos se trepan a las candidaturas a gobernador para negociar más adelante el cargo de vice. Por cierto, hay nombres en danza en esa línea.

En ese marco, subterráneamente se estaría desarrollando una disputa por ver quién se queda finalmente con la representación política del kirchnerismo tucumano, especialmente luego del fracaso electoral de Alperovich tratando de representar a ese espacio en la provincia. De todas formas, hay varios dirigentes “K” ocupando puestos en organismos nacionales y encolumnados detrás de algunos dirigentes políticos tucumanos tratando de hacer pie como fuerza interna en el justicialismo. Por lo tanto, habrá que seguir ese proceso, doblemente oculto, por el coronavirus y porque el cristinismo o kirchnerismo en Tucumán es una expresión aún reducida dentro del peronismo local. Tiene que abrirse paso.

Otro elemento que inquieta, y sobremanera, a las autoridades provinciales debajo del plan de lucha contra el Covid-19 tiene que ver con los recursos del Estado. Alguien del oficialismo graficó la situación con dos palabras: estamos volcando. Los dineros nacionales han mermado, aunque estarían girando los que les corresponden a la provincia, y la recaudación está disminuyendo porque se está paralizando la actividad económica. La situación es bastante complicada para el Gobierno que soporta un déficit financiero, más que económico.

Tienen que conseguir recursos a como dé lugar, ya que deben atender el aumento salarial de marzo producto del decreto que sacó el PE este mes y que le exige contar con $ 900 millones extras, además de los fondos que están necesitando para atender todas sus cuentas. Este aspecto tiene mas preocupado al gobernador que el coronavirus, por ahora. Consejo de algunos colaboradores a Manzur: hablalo a Alberto, encadenate al Obelisco si es necesario, pero que te ayuden. En síntesis, si no aparece la plata, no van a poder pagar los sueldos. En ese marco, hasta el coronavirus, y lo que espanta, será secundario.

En suma, los gobiernos provinciales estiman que la Nación tendrá que salir indefectiblemente en auxilio a través de la emisión de dinero porque las recaudaciones se les están cayendo, porque la alternativa -que rechazan algunas gestiones- es la emisión de las polémicas cuasimonedas. Quién no recuerda los bonos de cancelación de deudas, quemados en la gestión de Julio Miranda. O sea, retroceder en el tiempo. El futuro no es nada halagüeño entre la pandemia y la asfixia económica. Encierro total.