Seis tucumanos que habían emprendido un viaje a España terminaron encerrados en un departamento por la pandemia del virus Covid-19, con sus vuelos cancelados y una vuelta a casa con fecha incierta.

Facundo Ibáñez (23 años) había puesto en marcha el plan de sus sueños: viajar junto a su grupo de amigos y recorrer ese país europeo, de punta a punta, durante 20 días. “Somos todos tucumanos, pero uno de los chicos vive en Hong Kong, otro en Noruega y otro en Italia. Los otros dos viven en Tucumán, conmigo”, relató a LA GACETA. Se encontraron en España, pero todo se derrumbó cuando en Europa se comenzó a restringir el paso en las fronteras. “Nosotros llegamos el 12 de marzo a Barcelona y ese día decretaron el estado de emergencia. Los vuelos fueron cancelados de inmediato”, contó Ibáñez. Afirmó que uno de sus amigos, Felipe Ponce, entró en crisis, ya que tenía compromisos laborales en Tucumán. “En el aeropuerto estaba Cancillería argentina. Por suerte, Felipe logró reprogramar su vuelo y hasta ahora es el único que pudo irse”, agregó Facundo.

Como su trabajo no es en relación de dependencia, Ibáñez y sus cuatro amigos decidieron trasladarse desde Barcelona hacia un pueblo más alejado, donde actualmente alquilan una casa. Según el tucumano, el costo para que un varado sea repatriado alcanza los 600 euros. Por este motivo, la idea de esperar la reprogramación del vuelo se convierte en la única solución.

“Antes de mudarnos, teníamos un hospital al frente de donde estábamos parando. Era muy peligroso, así que buscamos un sitio al norte de la Costa Brava (comienza en Blanes y acaba en la frontera con Francia) para resguardarnos”, detalló. Los jóvenes llevan seis días de cuarentena y sus salidas a la calle se limitan a la compra de alimentos o medicamentos. “Estamos tomando refuerzos de vitaminas todos los días”, comentó Ibáñez.

En Cataluña

La sexta tucumana que está sin fecha de regreso a nuestro país es Mirta Mirkin. Ahora, se encuentra alojada en la casa de su hija, Natalia, quien reside en Cataluña. “La fecha en mi pasaje de regreso es para el 26 de marzo, pero en la Embajada están configurando listas de espera para los vuelos. No sé cuándo vuelvo, porque ahora Aerolíneas viene a buscar a ciertos pasajeros en ciertas fechas”, detalló.

Contó que sufre de una enfermedad coronaria, pero aclaró que la mantiene controlada. Sin embargo, llevó la medicación hasta el día en que tenía previsto su regreso al país. “Por el momento estoy bien, pero no sé si voy a poder conseguir las pastillas, en caso de que deba extender mi estadía. Creo que sí”, le relató a este diario.

Mirta entraría dentro de la lista de personas de riesgo, pero señaló que, al contactarse con la Cancillería, las oficinas de la sede argentina derivaron su caso directamente a Aerolíneas. “Estoy intentando comunicarme para ver si puedo irme antes, pero todo es incertidumbre aquí. El miedo se siente en el ambiente y el panorama no es alentador”, afirmó la tucumana.

Con calles vacías y reglas sanitarias de por medio, el clima en Cataluña es pesado. “En Bañolas -extremo este del país-, la policía multa a las personas que circulan en la calle sin justificación alguna”, apuntó la mujer, afligida. (Producción periodística: Milagro Molina)

Precauciones familiares

Retornó de su viaje por suelo ibérico

Luego de dos meses de viaje por España, donde se dio el gusto de haber disfrutado un buen jamón ibérico, Paulina Sánchez volvió al país. Comentó que en Ezeiza sólo le preguntaron sobre sus síntomas. “Bien pisé mi casa, tomé los recaudos de lavar bien mi ropa y desinfectar cada espacio, para cumplir con las peticiones sanitarias”, señaló. Agregó que, para comer, cada miembro de su familia cuenta con un vaso, plato y cubiertos personales. “Para entretenerme uso mucho mi celular y Netflix”, detalló. Los primeros días, dijo, le fue difícil rechazar las invitaciones de sus amigos. “Hay mucha gente que no está tomando conciencia de esto; es necesario cuidarnos entre todos”, afirmó.

En casa, con su hermano

En cuarentena, tras regresar de Brasil

Martina Córdoba llegó de Florianópolis, y contó está realizando la cuarentena junto a su hermano. “Volví el sábado 14 desde el aeropuerto de Salta y vine a Tucumán en ómnibus; nadie nos controló nada”, relató. Lo primero que hizo, explicó, fue tomar todas las medidas necesarias para evitar contagios en su casa. “Para comer, cada uno tiene sus utensilios; tratamos de ser lo más cuidadosos posible con la higiene”, indicó. Córdoba comentó que, como siempre trabajó desde casa, su rutina no sufrió muchos cambios. Excepto por el gimnasio. “Lo bueno es que quizá ahora hago lo mismo, pero comparto más tiempo con mi familia y lo disfruto”, confesó la joven.

Cuidados en el hogar

Un futuro médico que volvió de EEUU

Fermín Martínez Castagnaro lleva su octavo día de resguardo, sin síntomas visibles. Regresó de Estados Unidos, donde había permanecido durante dos meses y medio. “Cuando llegué, la cuestión de la cuarentena todavía no había sido impuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), así que bien arribé a Tucumán, saludé a mis familiares y los abracé”, confesó el estudiante de Medicina. Cuando la OMS aconsejó las restricciones, tuvo que abandonar las muestras de afecto. “No tomo contacto con botellas o recipientes de uso común. Además, a la hora de bañarme tengo mis propias toallas de cuerpo y cara”, comentó Castagnaro sobre su vida en familia.