Como novedad en relación a otros años, esta nueva edición de la Fiesta Nacional de la Pachamama exhibió un amplio sector público de recipientes y de cestos destinados a la separación de residuos.

Despertó el diablo del carnaval

La iniciativa, elogiada por los visitantes que estuvieron en Amaicha del Valle, se instrumentó en el marco de un Plan de Gestión de Residuos Urbanos. En esta propuesta también se comenzó a trabajar junto al municipio de Tafí Viejo. Como respuesta al proyecto medioambiental, la plaza del pueblo, las calles y el predio festivalero se mostraron más limpios. Sin embargo, no faltaron los turistas reticentes a tirar la basura en los lugares indicados.

En cuanto a su gestión, los recipientes fueron dispuestos para el depósito de residuos plásticos y metálicos. Desde ahí, los materiales acumulados serán luego trasladados a Tafí Viejo. “Ahí los plásticos son reciclados y transformados en bloques para la posterior construcción de viviendas, su destinatario son las familias humildes de la zona”, explicó Federico Segura, secretario de la comuna de Amaicha del Valle. Sobre los materiales metálicos, el responsable comunal agregó que son enviados a esa ciudad y de allí a Buenos Aires para completar el proceso.

Pueblo limpio y festivo

El programa de residuos urbanos, también contempló el despliegue de unas 40 personas que se encargaron de la limpieza del pueblo y de vaciar y trasladar los tachos de basura. “Es la primera experiencia con este programa ecológico. Apostamos a que estos festejos a la Madre Tierra se hagan con respeto y con un cuidado hacia el ambiente. Queremos que la celebración no se transforme en un desborde de agresión a nuestra tierra”, advirtió el funcionario.

El proyecto, impulsado por el comisionado comunal César Caillou, contempla además un programa de capacitación en las escuelas. “A futuro aspiramos que el plan de clasificación se amplíe hacia todos los hogares. Que cada casa seleccione los residuos plásticos y sólidos -adelantó Segura-. Acá no tenemos problemas con los restos húmedos porque el alimento que sobra la gente lo reutiliza en animales y en la fertilización de vegetales”.

ROPA USADA. Un puesto invita a reciclar la ropa que ya no se usa. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

El cacique Eduardo Nieva también destacó el impulso que adquieren las ideas tendientes a cuidar la naturaleza. “Es un trabajo arduo y que va a demandar muchos años para cambiar una cultura que ignora el cuidado de Madre Tierra. Fui a lugares que me deslumbraron por la conducta de limpieza que exhibía su gente, pero enseguida me advirtieron que es el resultado de décadas de trabajo de concientización”, expresó el dirigente.

Sergio Pintos, oriundo de Concepción, fue uno de los visitantes que valoró la iniciativa. El hombre afirmó que la gestión debe acompañarse de una incansable concientización. “Hay gente que no se da cuenta del perjuicio que causa arrojar basura. Hoy mismo vi a alguien tirar un plástico cuando estaba a pocos metros de un basurero”, comentó.

“Lo que se hace aquí se tiene que trasladar a todo Tucumán. No podemos tener una provincia tan contaminada por las industrias y los propios habitantes”, planteó por su parte Héctor Argañaraz, de Aguilares.