La UCR profundizó ayer sus diferencias internas por la presencia de Evo Morales en la Argentina, a partir de las discrepancias entre la postura del bloque de diputados nacionales, que rechaza al ex presidente de Bolivia, y los radicales disidentes, que defienden la condición de refugiado del ex mandatario

Un grupo de diputados radicales presentó ayer un proyecto de resolución para que el Poder Ejecutivo deniegue el trámite de solicitud de refugio a Morales y le revoque el estatus de asilado por sus “recientes declaraciones periodísticas”.

Los legisladores consideran que Morales “promueve la organización de ‘milicias armadas como las de Venezuela’ en su país”, lo que “constituye una franca violación a los principios constitucionales y democráticos vigentes en la Argentina”.

Entre los impulsores del proyecto está el presidente del partido, Alfredo Cornejo, acompañado por los diputados Gustavo Menna, Luis Petri, Mario Arce, Federico Zamarbide y Estela Regido.

Petri consideró “incomprensible que el Gobierno sostenga la condición de refugiado a Morales cuando demostró no tener ningún interés en cumplir con las obligaciones que le impuso el país al momento de su ingreso”.

Al referirse a la presentación del proyecto, Cornejo aseguró que los latinoamericanos pagaron “caro la violencia política”, por lo que no cree que las manifestaciones de Morales “ayuden en lo más mínimo a la paz interna en Bolivia”, sino que configuran una “provocación innecesaria”.

Controversia

Pero desde el radicalismo bonaerense, el dirigente Federico Storani advirtió que “el repudio a Evo fue una decisión unilateral de Cornejo” y calificó de “desmesura utilizar a la UCR para pedir quitar la categoría de refugiado” al ex presidente de Bolivia.

En la misma línea, el ex diputado Ricardo Alfonsín le pidió al partido que haga una “autocrítica” sobre su posición respecto de Morales, y recupere su “sentido histórico”. “Creen que deben mostrarse como el más duro opositor, y eso me preocupa porque estaríamos defendiendo posiciones que no creemos que sean las mejores”, advirtió Alfonsín, en declaraciones radiales.

Con todo, el dirigente enrolado en el radicalismo disidente aclaró: “si bien no coincido con las declaraciones que hizo (Morales), no creo que sean motivo para quitarle el asilo”.

El martes, y en la misma línea que la cúpula del radicalismo, la bancada de diputados de la Coalición Cívica (CC) le había pedido al gobierno de Alberto Fernández que hiciera cesar la condición de refugiado de Morales, por entender que incurrió en actitudes “fraudulentas” e “intencionalidades terroristas”. (Télam)