Si durante la noche sentís que se te “cierra el pecho”, se originan silbidos y te falta de aire, es posible que tengas “asma nocturna”, ya que esos son los principales síntomas. Y si bien no se conocen con exactitud las causas, podría ser una señal de alerta que indique que la enfermedad no está bien controlada.

¿Por qué podemos llegar a sentir esos síntomas? Luis Darío Larrateguy, doctor en Medicina y médico clínico neumonólogo, explicó que se debe a que se produce inflamación y estrechamiento dentro de los bronquios. Es decir, las vías aéreas se cierran un poco más que durante el día y esto dificulta la salida del aire. Existen diferentes factores -añadió- que pueden empeorar los síntomas, como la posición para dormir o los alérgenos del dormitorio (ácaros del polvo doméstico en la ropa de cama).

Las interrupciones continuas del sueño afectan la calidad de vida de los pacientes asmáticos y como consecuencia producen que durante el día el adulto se manifieste cansado, con somnolencia, desgano, con menor iniciativa, falta de concentración, irritabilidad y falta de reacción. En los niños y adolescentes esta fragmentación del sueño puede ocasionar trastornos en el aprendizaje e hiperactividad diurna.

“Para un diagnóstico confirmatorio, se recomienda realizar un estudio del sueño en todos los pacientes asmáticos que no responden como se espera al tratamiento instaurado. Se ha sugerido que, en estos casos, el tratamiento con presión positiva en la vía aérea (CPAP) podría reducir las crisis, principalmente nocturnas, mejorando la calidad de vida en asma”, precisó el profesional, que también es coordinador de la sección “Sueño, Oxigenoterapia, VNI” y otros tratamientos crónicos domiciliarios de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.