Isabel (17) estaba disfrazada de Pennywise, el payaso asesino de It. Ella junto a ocho amigas y amigos diseñaron sus propios trajes de sus personajes favoritos. “Nos conocimos en un grupo virtual de fans de la Comic-Con. Venimos todos los años y nuestro sueño es ganar el premio de 10.000 dólares para ir a la de Estados Unidos, la más grande del mundo”, dice a LA GACETA la joven que, en la jerga de esta subcultura, sería una cosplayer (personas que asisten al evento con accesorios y trajes que representan un personaje específico o una idea).

En esta edición -se realiza dos veces al año en Argentina-, más de 75.000 personas de todas las edades pasaron en diciembre por el Centro Costa Salguero. Allí participaron de concursos de disfraces, fueron parte de juegos con reglas absurdas, compraron la espada láser de Star Wars, se sacaron una foto con la figura de cera de “Eleven”, de The Stranger Things, y asistieron a alguna (o a todas) las charlas con los invitados especiales.

Los fanáticos y fanáticas del cine y las series estuvieron de parabienes con la visita Henrry Cavill, el último actor en interpretar a Superman en las más recientes películas de la Warner y también con la popular Kiernan Shipka, la joven estrella de Mad Men y protagonista de Chilling Adventures of Sabrina.

En lo que a cómic propiamente dicho se refiere las personalidades destacadas fueron el japonés Junji Ito (famoso por sus mangas de terror y misterio: Uzumaki, Remina, Gyo y Black Paradox), que firmó ejemplares, dibujó en vivo, se prestó a cientos de selfies con sus fans y participó de una entrevista abierta con la prensa y sus seguidores.

Lo mismo sucedió con la guionista estadounidense Gail Simone, que ha escrito cómics de Los Simpsons, Deadpool, Gen-13, Wonder Woman, Birds of Prey y Batgirl quien dijo en rueda de prensa que “los movimientos feministas están generando un gran cambio en la industria del cómic y ahora el rol de la mujer ya no es servir al superhéroe”.

La participación de los grandes estudios de cine y televisión como Disney, Warner y la plataforma Netflix fue otro de los grandes atractivos con stands interactivos en los que anticiparon algunos de sus estrenos para el 2020 con la proyección de trailers, gigantografías, juegos y sorteos.

Los muertos vivos tucumanos

La provincia de Tucumán aportó su cuota artística a la Comic-Con 2019. Lo hizo a través del cine con la película Zombies en el Cañaveral que, tras su celebrada participación en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y los cuatro premios cosechados en la última edición del Buenos Aires Rojo Sangre (BARS) (mejor película, mejor guión, premio del público y mejor actor), colmó el auditorio donde se hizo una presentación del film.

De la entrevista abierta al público y la prensa participaron su director, Pablo Schembri, junto a Ramiro San Honorio y Luciano Saracino quiénes forman parte de la película. “Zombies en el Cañaveral a nivel metáfora es lo que muchos quieren que permanezca oculto; es casi la definición de lo siniestro. Vuelven para hacernos recordar o hacernos dar cuenta de ciertas cuestiones”, dijo el director sobre el documental que tardó 10 años en terminar.

El público de la Comic-Con es fiel a la cultura zombie y al tratarse de muertos vivos argentinos muchos querían saber de qué se trataba. A la vez se hizo fuerte hincapié en que era la última película en que la aparecía un ícono de nuestro cine: Isabel “Coca” Sarli.

El Guasón, Darth Vader, el Hombre Araña, Maléfica, las Tortugas Ninja, el Capitán América, Tom Wilson (el villano Bif Tannen de las películas Volver al futuro) muchos Batmans, Walter White y el auto de Jesse Pink en El Camino convivieron entre la fantasía y la realidad en el planeta Comic-Con.

© LA GACETA

Ulises Rodríguez - Periodista y crítico de cine.