“Se crea un lazo bien lindo entre diseñador y cliente. Mucho más personal que ir a comprar en una marca grande”. Giuliana Santochi es una de las tantas diseñadoras de indumentaria que crearon en Tucumán sus propias marcas. Ya no sorprende que esas producciones tengan una altísima calidad e innovadores diseños, porque Tucumán ya es un referente en el país y es un semillero de creativos. De hecho hay dos carreras: la Licenciatura en Diseño Textil e Indumentaria de la Universidad San Pablo-T y la Tecnicatura Universitaria en Diseño de Indumentaria y Textil de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNT. Nuestro diseño ha madurado.
“Yo creo que en Tucumán hay muchísimas marcas de calidad y con gran diseño, pero que en los últimos cuatro años hubo poquísimas políticas de fomento o de apoyo a los diseñadores, más allá del IDEP que nos lleva a la Feria Puro Diseño (en Buenos Aires). Tiene que haber más apoyo y difusión a nivel local. Lo charlamos siempre con colegas”, comentó Santochi, que diseña prendas desde 2013, cuando era estudiante. Hoy tiene su marca homónima, que vende tanto en redes o en ferias como también en una tienda multimarca con diseño 100% tucumano. Se trata de Propio, cofundada con Isabel Reyes Zeballos, Luciana Nieva y Chloe Nougués. Está ubicada en Barrio Sur, con más de 20 marcas de indumentaria femenina, masculina y de niños. Tienen accesorios, calzado y hasta marroquinería, entre los que se mezclan objetos de diseño como libretas ilustradas o stickers de ediciones limitadas.
“Es importante hacer conocer el diseño de autor en Tucumán”, resalta Nicéfora Mazzola, diseñadora de la marca Nicéfora. A lo que añadió que cada prenda cuenta nuestra historia y es trabajada personalmente, con identidad propia, así el cliente pueda sentirse exclusivo.
La crisis económica las perjudicó en el sentido de que bajó mucho el consumo, pero -a la vez- generó que se volvieran más creativas y a que buscaran hacer eventos, showrooms y ferias; a moverse más, a vender por Instagram, a promover descuentos, promociones y envíos a domicilio. Así nacieron colecciones únicas, como las que mostramos en esta edición (son sólo algunas), inspiradas en el calor de los veranos italianos, en “una mujer libre y que acepta todas sus imperfecciones” o en esa búsqueda de “conectar el exterior con lo que se lleva adentro” o en los propios recuerdos de cada una de las diseñadoras. En ese camino Verónica López Orce, cuya marca se llama Mirá, creó “Devoción”. Su línea surgió de su historia pasada, de lugares religiosos que visitó, de ritos y ofrendas, de texturas, olores “del susurro de las oraciones, del silbido que viene de los arboles”. Cada una de esas experiencias, vuelve las prendas tan singulares. Ese es el valor agregado.