“Tuvimos que salir de la casa por la cantidad de llamas que había. En un momento ya había crecido el fuego y el calor no se podía aguantar”, relató Raquel Navarro, vecina de la fábrica de colchones que ayer se incendió en San Juan al 2.400, en Villa Luján. Para sofocar el siniestro, intervinieron los bomberos de la Policía, reforzados por los servidores públicos de Yerba Buena, Alderetes y Tafí Viejo.

Navarro, que vive a la par del lugar donde ocurrió el siniestro, dijo que todo se había iniciado por un artículo de pirotecnia. “Vi que por un hueco se introdujo una caña voladora, dio en el piso y desde ahí empezó el incendio”, aseguró mientras asistía a su madre, que fue evacuada minutos después de las 24.

“A las 6 de la mañana volvimos a ingresar a pesar de que la Policía no lo permitía. Vine para ver las cosas y me encontré con que también mi habitación se había empezado a incendiar, debió ser que algo cayó de arriba. Para ese momento los bomberos ya se habían ido y se había quemado toda mi ropa. Tuvimos que llamarlos nuevamente”, se lamentó Navarro.

La mujer explicó que perdió documentaciones y que encontró su hogar inundado por el agua que usaron los bomberos para evitar que las llamas avanzaran. “No tengo nada, me quedé sin nada”, aseveró, acongojada.

Navarro quedó preocupada. “Los mismos bomberos nos comunicaron que por el incendio, las paredes quedaron muy frágiles y en cualquier momento se pueden desplomar. Esto fue una cosa impresionante”, aseveró.

También dijo que les recomendaron que se trasladen a otra residencia por precaución. “No quiero salir de mi domicilio”, planteó.

La entrada a la casa de Lucas Rojas quedó bloqueada por la cinta de seguridad y la leyenda “peligro”. El joven se quejó porque nadie se acercó a consultar si su vivienda había sufrido algún tipo de daño.

“Estábamos con mi familia brindando cuando comenzó todo, mi papá se acercó a la pared de mi casa que da contra la colchonería y vio una luz muy fuerte. ¡Se está incendiando! Empezó a gritar. Desesperados agarramos a las mascotas y salimos a la calle”, explicó, al reconstruir cómo se había producido el hecho.

Más lamentos

“Gracias a Dios no perdimos nada, lo más importante es que estamos todos a salvo”, reconoció Rojas, a pesar de que lamentó la situación de Raquel Navarro. “La mujer que vive de la par es la que sufrió más daños materiales. Nosotros tuvimos que dejar la casa. Fue un momento de pánico porque estábamos en el fondo y no sabíamos cómo se había iniciado el fuego”, comentó.

Los vecinos de la zona se enteraron de otra versión, según la cual el siniestro podría haber sido provocado por un globo de pirotecnia que cayó en un sector con material altamente inflamable, que desató un incendio de gran escala.

“El incendio tuvo una hora y media de furia. Ese fue un momento de mucha tensión donde todos los vecinos en conjunto pudimos calmar el ambiente que hubo”, explicó Rojas y recalcó la solidaridad del barrio.

Al igual que Navarro, los bomberos le recomendaron a Lucas y a su familia no entrar a su vivienda por la vulnerabilidad de las conexiones de gas y por el humo. “Tuvimos que sacar las sillas a la vereda. Al miedo lo tuvimos siempre porque a eso de las 3, cuando las autoridades comenzaban a irse, el fuego se volvió a desatar”, comentó.

Con los primeros rayos del sol, la paz tampoco llegaba. “A las 6 hubo un nuevo fuego, que se inició en la casa de otra vecina que perdió ropas, mesas e incluso una pared se le cayó a pedazos. Esa señora sí sufrió daños graves en su vivienda” concluyó.

Hipótesis

Miguel Corbalán pasó la cena de Nochebuena en casa de su hermana, ubicada a pocos metros de la fábrica incendiada. “Nos llamaron la atención unos fuegos artificiales que estábamos viendo hasta que noté una nube negra. Le dije a mi sobrino que salía humo de la colchonería y en un segundo el edificio ya estaba cubierto de llamas”, relató el taxista, mientras mostraba que las cenizas habían cubierto totalmente el vehículo.

Los peritos de Bomberos de la Policía recorrieron la fábrica que se incendió. Hasta al cierre de esta edición no se conocieron los detalles del informe que hicieron. Pero los vecinos de la fábrica ya tienen sus propias teorías sobre cómo comenzó el fuego. “Algunos dicen que lo originó un globo, pero ese tipo de pirotecnia no tiene el tamaño para entrar por los respiraderos de la colchonería. Fue un accidente en definitiva”, reflexionó Corbalán. “Me crie aquí y nunca sentí tanto miedo como anoche”, concluyó.