El partido Liverpool-Monterrey se vivió a pura tensión desde los bancos. En 75' estaban empatados 1-1, cuando Antonio Mohamed reclamó tarjeta amarilla para un jugador de los Reds, lo que desató la furia de su par, Jürgen Klopp, quien lo invitó a pelear.

Enfurecido, el técnico alemán hizo ademanes evidentes de querer golpear al "Turco", quien no se achicó y lo invitó a dirimir la cuestión fuera de la cancha. El asunto fue resuelto por el árbitro chileno Roberto Tobar con una amonestación para cada uno.

Klopp sonrió y el encuentro siguió jugándose. Mohamed, a la finalización del partido, volvió a quejarse y aseguró: "hay una expulsión muy clara, si no es la primera  expulsión es la segunda, cuando la toca con la mano. Pero bueno, qué se  le va a hacer".

Sin embargo, más relajado, elogió a sus dirigidos por el desempeño. "Creo mucho en estos futbolistas y en el fútbol mexicano", cerró.