La gestión del presidente, Alberto Fernández, resolvió adelantar la implementación del nuevo programa nacional alimentario para paliar el hambre en el país: pese a que estaba previsto para febrero, comenzará a aplicarse la semana que viene.

El ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, recibió a los ministros del área de todos los distritos del país para debatir, entre otros temas, la instrumentación del plan alimentario para reducir la pobreza en la Argentina.

“El hambre de los chicos no puede esperar y necesitamos del apoyo de ustedes y la coordinación de las provincias con la Nación”, les dijo Arroyo a sus pares de las provincias, en una reunión que se realizó en el piso 12 del ministerio por más de dos horas y media.

El debate giró en torno a la situación social del país, donde un 60% de las niñas y niños se encuentra bajo la línea de la pobreza y más de un 40% de la población general -del universo medido por le Indec- se encuentra en situación de pobreza. Se destacó la baja histórica en el consumo de leche per cápita y en el medio millón de jóvenes que no estudian y se encuentran desocupados. Se fijaron siete prioridades: el plan nacional contra el hambre; créditos no bancarizados para las cerca de 4 millones de personas endeudadas; la vinculación de planes sociales con fuentes de trabajo, vincular los planes sociales con fuentes de trabajo en la construcción, textil, cuidado, reciclado y producción de alimentos; primera infancia; la agenda de la juventud con la nueva directora de Juventud, Macarena Sánchez; desarrollo local de empleo; y el armado de un sistema de protección social.

Tarjeta de alimentos

Arroyo informó que se definió que se repartirán dos millones de tarjetas alimentarias que se empezará a distribuir esta misma semana y llegarán a unas 4 millones de personas en situación vulnerable será emitida por el Banco Nación. Ante el pedido de algunos ministros, también se aceptó la idea de que sean otros bancos provinciales los que, por cuestiones administrativas, puedan emitir esa tarjeta.

Para recibir el plástico, no es necesario anotarse, puesto que las bases las aporta ANSES. “Las tarjetas se irán implementando de a poco, firmando convenios con las provincias que de manera paulatina irán implementando el sistema a partir del año próximo”, recalcó el ministro de Desarrollo de Tucumán, Gabriel Yedlin.

En su primera etapa, el plástico comenzará a repartirse en Concordia, Entre Ríos, para iniciar una prueba piloto.

La tarjeta alimentaria será de $4.000 para madres con un hijo en situación vulnerable y de $6.000 para aquellas familias que tengan más de un hijo. Siempre con niñas y niños hasta los 6 años. Esta tarjeta sólo podrá utilizarse para la compra de alimentos de la canasta básica y se recargará el tercer viernes de cada mes. No se podrán comprar, por ejemplo, bebidas alcohólicas.

“Lo que nos pidió el presidente Alberto Fernández es hacer una gestión federal. Mi tarea como ministro es ir en ese sentido y llevar adelante una gestión abierta. Esta primera reunión es de carácter operativo”, señaló Arroyo después del encuentro, presentó a su equipo que está conformado por Laura Alonso (secretaria de Inclusión Social); Emilio Pérsico (secretario de Economía Social); Gabriel Lerner (secretario de Niñez y Adolescencia); la tucumana Alicia Soraire (secretaria de Abordaje Integral) y Gonzalo Calvo (secretario de Articulación Social); entre otros.

La convocatoria para el Consejo contra el Hambre se postergó, informaron en el ministerio de Desarrollo Social, a “problemas de agenda”. (Especial)