Horas después de que la Legislatura confirmó que, al menos por ahora, no prohibirá la venta de pirotecnia en la provincia, en el Concejo Deliberante de la capital se sumaron a las iniciativas impulsadas por ediles de Yerba Buena y de Tafí Viejo y elaboraron un proyecto para reducir la contaminación sonora durante las fiestas de fin de año. 

Con un análisis similar, el concejal Cristian Petersen (Partido por la Justicia Social) elevó en las últimas horas un proyecto ante la comisión de Peticiones y Poderes, en el que destaca que los estruendos que superan los 70 decibeles (DB) afectan a las personas con Trastorno de Espectro Autista (TEA).

En el texto, que lleva la firma de otros cinco ediles, Petersen pide que se prohíba "la comercialización, tenencia, uso y manipulación de elementos de pirotecnia y cohetería explosiva de tipo ruidoso". El proyecto excluye a la pirotecnia con efectos lumínicos sin estallido ruidoso, "previa autorización".

En otro de los apartados, Petersen promueve multas que irían desde los $5.000 hasta los $50.000, para quieren violen la ordenanza (que deberán primero ser aprobada por la comisión y analizada posteriormente en el recinto).