El mercado tuvo ayer la misma tónica que el mensaje que dio, el miércoles último, el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán: cautela. El S&P Merval subió 1,39%, impulsado por las acciones del sector energético y financiero y en línea con las bolsas de referencia, mientras el riesgo país cayó 2,4% hasta los 2.101 puntos básicos como respuesta a la buena performance de los bonos soberanos nominados en moneda extranjera. Se trata de una reacción que, en condiciones normales, puede ser considerada natural, frente al cambio de gobierno. Pero la Argentina siempre marca la diferencia, porque está en medio de un proceso recesivo, con una inflación anual del 55% y ante un virtual default como lo definió tanto Guzmán como lo hizo antes el presidente Alberto Fernández.

Al decir de su maestro, el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, Guzmán “se estaba entrenando para lo que tiene que enfrentar hoy” con el caso Puerto Rico que, en 2016, estaba al borde del quebranto. En aquella oportunidad, el actual ministro propuso -tal como lo sugirió en su primera conferencia de prensa en su nueva función- frenar el pago de la deuda por un período determinado con el fin de destinar ese dinero a inversiones en obras y, así, dinamizar la economía.

“Hoy se discute si la presentación del ministro fue correcta o no. Es simple, si aún no hay un programa, la comunicación no puede reemplazarlo. Muchos esperaban que se anunciara un programa detallado y eso no sucedió”, advierte a LA GACETA Daniel Valli, conferencista especializado en comunicación y management. La elección del ministro consensuada entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner se hizo a último momento y por lo tanto, dice Valli, aún no existe el plan; está “en desarrollo”.

Lo que vimos el miércoles, a su criterio, “es sólo una comunicación que intentó poner un paño de agua fría que durará días mientras que el nuevo equipo económico termine el programa y lo comunique. Y fue un mensaje simbólico que, en este caso, incluyó gestos y conceptos”. Por un lado, indica el experto, “tuvimos un ministro que habló con tranquilidad, respetuoso y, al mismo tiempo, mostrando autoridad. También lo hizo su vocero que coordinó la conferencia”. Por otro lado, se apeló a conceptos. Y fueron específicos como el que señaló que “no hay margen para seguir ajustando por sus consecuencias sociales, tampoco puede echarse mano a una política fiscal expansiva”. Con todo, Valli manifiesta que la intervención fue positiva, porque rompió el viejo esquema kirchnerista en el que no había conferencias de prensa abiertas. Y recuerda las frases de Juan Domingo Perón, para contextualizar el momento que pasa la gestión, el que “mejor que decir es hacer y la realidad es la única verdad, y que en algunos días más, cuando se conozcan los detalles del plan económico, se sabrá si siguen vigentes en la práctica”.

A la espera de los detalles

Entre los economistas, la tribuna está dividida. Fernanda Vallejos, que también es diputada por el Frente de Todos, indica que Guzmán, a su juicio, causó una buena impresión. “El contenido de su mensaje interpreta el horizonte de políticas que traza el Presidente, poniendo por delante a los argentinos y argentinas y, en especial, a los más vulnerables, dejó claro que no hay espacio para el ajuste, que el programa del FMI -como sabemos- fracasó largamente, y también mostró una racionalidad económica que habla de los estrechos marcos en los que se desenvuelve la política económica como consecuencia del dramático escenario que deja Mauricio Macri”, argumenta. La economista acota que el ministro da seguridad porque “es una persona que conoce de lo que habla y que entiende la importancia de conjugar los equilibrios macroeconómicos con los necesarios equilibrios sociales”.

Por el contrario, Adrián Ravier, doctor en Economía, considera que el mayor problema de la visión de Guzmán es pensar que defender la Argentina es defender al sector público. “No comprende que la dimensión que tomó el Estado en 2015 (y que aún se sostiene en 2019) es la causa de los desequilibrios macroeconómicos que tanto le preocupan”, expresa. “Guzmán es un economistas heterodoxo y crítico del FMI, de las recetas liberales. Desde antes de su asunción, jamás mencionó la situación de enormes desequilibrios heredados por Macri en 2015, como tampoco de la reducción de esos desequilibrios que se realizaron a lo largo de los últimos cuatro años, como el fiscal primario”, agrega. Ravier indica, no obstante, que el problema de la deuda puede llegar a solucionarse en 2020, “consiguiendo el aire que se necesita para no hacer esfuerzos fiscales mayores para pagar los intereses”.

Según el economista Diego Martínez Burzaco, en la teoría, el planteo de Guzmán ha sido correcto, particularmente al hablar de la coordinación entre la política monetaria con la fiscal. “Pero en todo esto falta el cómo hacerlo, los detalles porque hasta ahora se vislumbra que en el corto plazo las soluciones planteadas pueden venir por mayores presiones impositivas, lo que dejará ganadores y perdedores, según la magnitud de la presión tributaria por venir”, justifica.

Joseph Stiglitz

En tanto, el analista Christian Buteler, afirma: el mensaje de Guzmán no estuvo mal, pero tampoco dio precisiones. “El mercado quiere saber si ese plan integral del que se habla es sustentable o no. Por eso está expectante a los detalles que el propio ministro dijo que los difundirá por escrito en algunos días más”, finaliza.

Joseph Stiglitz

”Es uno de los mejores alumnos que tuve”

“Estoy entusiasmado, tanto por Martín (Guzmán) como por la Argentina. Martín siempre fue muy inusual. Vino a Columbia por un posdoctorado  y, en más de 50 años de enseñar, es uno de los mejores alumnos que he tenido. Es superlativo. Tuve alumnos fantásticos pero él está entre los mejores”, confesó el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.


Gerry Rice

Gerry Rice

“Escuchar los planes y las prioridades#

El vocero del FMI, Gerry Rice, prefirió la prudencia antes de sacar alguna.

“Es importante que no nos adelantemos. El nuevo gobierno simplemente está comenzando a asumir sus funciones. Lo importante es escuchar a las autoridades argentinas sobre sus prioridades y sus planes”, explicó respecto a la situación de la deuda.


José Luis Espert

José Luis Espert

“Los cañones apuntados a la emergencia”

El ex candidato a presidente, José Luis Espert, destacó que tanto el Presidente como Guzmán apuntaron “todos los cañones a la emergencia económica”. Sin embargo, también fue crítico: “nada dijeron de cambiar lo que nos hace vivir en emergencia desde hace décadas: Estado elefantiásico, sindicalismo mafioso y empresarios prebendarios. Error”.


Javier Milei

Javier Milei

“Siempre estará al servicio político”

“El keynesianismo siempre estará al servicio de los políticos. Según el ministro Martín Guzmán en 2020 no hay lugar para ajustar. Sin embargo, piensan subir retenciones, bienes personales y Ganancias. Así, cuando te hablan de no ajustar, es a la política. Al privado ni justicia”, se despachó el economista mediático Javier Milei.