Para el diplomático tucumano Emmanuel Guerra, el traspaso de mando presidencial que ocurrirá hoy entre Mauricio Macri y Alberto Fernández es una señal de la solidez de la democracia argentina que se destaca por el contexto político regional.
“Creo que en Argentina las instituciones son bastante sólidas y la democracia está bien consolidada. Esperemos que no se vuelvan a repetir hechos como las dictaduras. Cada situación en cada país es particular y tiene sus propios procesos, esperemos que lo que ha ocurrido en Bolivia haya sido sólo un hecho aislado y que no haya un efecto contagio, creo que no habrá ningún contagio”, explicó Guerra en diálogo con LA GACETA. “Hace poco hemos tenido un proceso eleccionario que transcurrió con normalidad, tenemos un presidente que finaliza su mandato y otro que va a sumir en una transición ordenada y transparente. Es alentador, estamos creciendo también como sociedad políticamente. Estamos aprendiendo a convivir mas allá de todas las diferencias políticas que todos podemos tener”, agregó.
Guerra se desempeñó como cónsul en Bolivia entre 2015 y 2017 en La Paz. Antes, estuvo cuatro años en la embajada de Paraguay. Desde 2015 se desempeña en la Dirección de Seguridad Internacional Asuntos Nucleares y Espaciales, que depende del Ministerio de Exteriores y Culto. Visitó la provincia la semana pasada para recibir una distinción de la Intendencia de Monteros, donde el Concejo lo declaró ciudadano ilustre.
Consultado sobre el mandato de facto de Jeanine Áñez y la crisis política en el país vecino, el diplomático tucumano fue contundente: “es lamentable, entristece por la crisis interna que vive Bolivia y toda esta inestabilidad política. Sobre todo porque el presidente Evo Morales fue elegido constitucionalmente. De alguna manera las Fuerzas Armadas le sugirieron que renunciara, eso no fue bueno. Sobre todo porque se había comprometido a llamar a elecciones nuevamente ante informes de la OEA donde decía que había algunos cuestionamientos al proceso electoral. Entristece. Esperamos que se solucione esta crisis boliviana y se llame a elecciones abiertas donde todos los partidos, incluido el MAS -el partido de Evo- pueda participar”, expresó.
¿Imaginaba cuando cónsul que se esté produciendo una efervescencia social que derive en las acciones de racismo de algunos sectores?, se le consultó. “En el periodo en el que estuve en La Paz hubo tranquilidad y calma. El gobierno de Morales ha mejorado la situación económica de Bolivia, se hizo mucho en infraestructura, se trató de tener políticas redistributivas y a nivel empresario también las empresas estaban bastante conformes desde el punto de vista macroeconómico. Evo ganó las anteriores elecciones de manera bastante holgada y no se avizoraba este tipo de clima y malestar. Lógicamente estas reacciones se explican porque llevaba mucho tiempo en el poder y se había generado cierto malestar de algunos sectores, pero bajo ningún punto de vista me parece correcta la forma en que lo ‘fueron’ del poder, con una sugerencia de que renuncie. Es un golpe de estado, es un presidente elegido constitucionalmente que fue invitado a renunciar. No sé qué tienen que hacer invitando a un presidente constitucional a renunciar al poder las Fuerzas Armadas”, respondió.
Sobre la asunción del nuevo gobierno, Guerra destacó el pragmatismo que caracteriza al nuevo presidente. “Tengo muchas expectativas con este Gobierno, sobre todo con Alberto, que es un hombre de Estado, que conoce la política muy desde adentro. Veo que Alberto tiene mucho pragmatismo y eso es fundamental para la política internacional”, finalizó.