Es una de las cantantes más explosivas en la historia de la música popular, pero Tina Turner, que ha cumplido 80 años esta semana, es además un ejemplo de resistencia ante los grandes reveses de la vida.

De voz grave y potente, heredera de la tradición negra ligada al gospel, el soul y el rhythm & blues, se potenciaba en escena como un torbellino, en un gran despliegue físico y escénico.

Infancia dura

De ascendencia afroamericana, fue criada por una familia adoptiva blanca de Tennessee que la bautizó Anna Mae Bullock. Su infancia no fue fácil debido al divorcio de los padres adoptivos y a situaciones de violencia, informa Télam.

A finales de la década del 50 conoció a Ike Turner, un guitarrista y cantante que descollaba con su propia banda.

La década del 60 vio la consagración del dúo Ike & Tina Turner, con incendiarias actuaciones y una catarata de éxitos. Sin embargo, la joven que en el escenario avasallaba con su sola presencia, en la intimidad del hogar padecía feroces golpizas por parte de su marido.

El declive de la música negra del dúo y la crisis doméstica comenzaron a mellar en los 70. En la ópera rock “Tommy” de The Who, la cantante interpretó “Acid Queen”, y desde entonces ese fue uno de sus apelativos.

Hacia 1983, su cover del tema “Let’s stay together” y “What’s love got to do with it?” la relanzaron a la fama.

Estos dos hits fueron el puntapié para “Private dancer” (1985) el disco que la consagró al reinventar su carrera con un estilo que conservaba las raíces negras, pero adaptado al pop radial de la época. Fue todo un éxito: vendió más de 10 millones de placas en todo el mundo y le valió tres Grammy.

En las radios

Sus canciones no paraban de sonar en las radios y se acomodaban en lo más alto de las listas del mundo: “What’s love got to do with it”, “Better be good to me” o las impresionantes versiones de “Let’s stay together”, de Al Green y “Help!” de Los Beatles. Luego salió su sexto trabajo solista, “Break every rule”, donde Turner se consolidó en lo más alto con los hits “Typical male” o “What you get is what you see”.

Desde entonces y hasta 2009, cuando se retiró de los escenarios, Turner giró por el mundo, vendió millones de discos y posicionó en las listas de éxitos numerosas canciones. También tuvo intervenciones en el cine: en “Mad Max” además interpretó el tema central, “We don’t another hero”. Y de manera indirecta, en la autobiográfica “What’s love got to do with it?” fue interpretada por Angela Basset.

El Mundo publica que desde hace décadas vive retirada en Suiza (es ciudadana suiza tras renunciar a la nacionalidad estadounidense). En 2018 volvió a sufrir un duro revés con el suicidio de su hijo mayor, Craig Raymond Turner. Desde entonces casi no se la vio en público, sin embargo los homenajes en su honor no cesan como el musical “Tina-The Tina Turner Musical” que se estrenó el año pasado en Londres y actualmente se está representando también en Nueva York y Hamburgo.

En el Monumental

Tina Turner fue una de las grandes visitas de los 80. La superestrella llegó en su mejor momento, en enero de 1988, con un arsenal de hits y una imponente puesta en escena. El estadio de River recibió a miles de fans que querían ver en acción a la fabulosa diva del soul.