- Esquina de riesgo
Como titular de la sanguchería El Capitán, situada en la calle Buenos Aires 683, esquina Bolívar, pido que tomen las medidas pertinentes para que en la esquina mencionada se instalen semáforos, dada la peligrosidad de la misma y expuesta a accidentes frecuentes, que ponien en riesgo vidas humanas también, mas allá de los daños materiales, provocados por los choques que habitualmente se dan en ese lugar. Días atrás fui damnificada por una colisión entre un taxi y una camioneta, a causa de la cual el automóvil, que llevaba dos pasajeros, subió a la vereda y se estrelló sobre unas de las vidrieras del local, que da por la calle Bolívar, causando roturas de vidriera y daños estructurales al mismo. Cabe destacar que por la hora del accidente, ocurrido a la siesta, no fue una tragedia, ya que no transitaba gente en esos momentos, cosa que podría haber ocurrido. Ruego que esta carta sea vista por quienes tienen la responsabilidad de colocar los semáforos y tomen con responsabilidad esta solicitud, que no es caprichosa sino que en la situación actual, al no contar con esos elementos las esquinas, están en riesgo permanente vidas humanas y también hay peligro de daños físicos y materiales como los mencionados.
Silvia Alejandra di Giuseppe
arqjjarnau@hotmail.com
- Clientelismo
Están íntimamente unidos: más aún, el clientelismo "es una forma de corrupción"más grave que el enriquecimiento ilícito de los funcionarios públicos, porque mediante el clientelismo se corrompe la democracia republicana. Se quiebra el orden del sistema y la forma pura de Gobierno que se conoce como democracia: “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo (Lincoln)”, se convierte en una seudo democracia, o en una forma impura de gobierno: la demagogia. Se corrompe la democracia para beneficio de quienes la corrompen. El clientelismo es el cáncer de la democracia, al que hay que extirparlo de cuajo, si se quiere volver a la forma pura de la democracia. Esta forma perversa de corromper a la democracia es utilizada tanto por el oficialismo como por la oposición, y no solamente se corrompe la dignidad del pobre e ignorante, sino también la corrupción llega a otras clases de personas, como algunos empresarios prebendarios que se enriquecen al calor del Estado. Las otras formas de gobierno puras como la monarquía y la aristocracia, también se corrompen. La monarquía se convierte en tiranía o despotismo, y la aristocracia, en oligarquía. Perón hablaba de los oligarcas como los corruptos de la aristocracia. La virtud que mantiene la monarquía y la aristocracia como formas puras de gobierno es el honor. El motor de la democracia pura es el civismo, o sea la virtud del ciudadano de interesarse por la cosa pública. También falla esta virtud en muchos ciudadanos, que se han vuelto escépticos de la clase política. Si queremos mejorar como sociedad tenemos que estirpar el cáncer del clientelismo y educar al soberano, en la virtud del civismo. En el país aún subsiste una gran reserva moral, que puede salvar a la democracia pura.
Hugo A. Zerdán
- Debate presidencial (I)
Dicen que en el debate presidencial ganó Macri, como el más sincero de los candidatos. Sería importante separar el debate de la realidad; porque si lo sometemos a la contrastación empírica, comprobaremos que es un histriónico simulador de la verdad. O un gran constructor de mentiras elegantes. Su pasado lo condena. Es un sofisticado portador de falacias argumentativas del tipo “pobreza cero”, que nos conduce, con creciente hilaridad, a debilitar la credibilidad de este sondeo de opinión que se realizó post debate. Personalmente, me siento acongojada como ciudadana porque todos dijeron lo previsible, vestidos con sus atuendos dogmáticos e interesados en la destrucción del otro más que en la construcción de esta patria “que gime y siente dolores de parto”. Hoy la ciudad amaneció lluviosa y a las palabras que se tiraron al aire ya se las llevó el viento. No le creo a ninguno. Sólo me resta parafrasear las postreras palabras del gran general Belgrano: “¡Ay patria mía!”
Graciela Jatib
- Debate presidencial (II)
Al finalizar el debate, que no fue debate, Macri dijo como broche de oro: “El PAMI, cuando llegamos, era un caos: mal servicio de los afiliados, cueva de ladrones. Uno de cada tres medicamentos son gratuitos. El PAMI funciona de forma transparente y está digitalizado. Eso demuestra que se puede administrar una empresa pública con eficiencia”. Falta a la verdad. No hace más que reiterar lo que dijo Claudio Regazzoni, a poco de asumir como titular del PAMI (LA GACETA, 15/01/16), lo siguiente: “Implementar un sistema de gestión administrativa y clínica. Lo vamos a hacer y será el más sofisticado de América latina. Generará le equidad de las prácticas en todo el país y un control del gasto. “Que el afiliado no deba efectuar trámites. Un equipo estudia los procesos para que el afiliado no tenga que hacer nada. Los harán el médico y el empleado. No es sencillo, pero se trabaja para lograrlo”. “Que los turnos no sean a largo plazo. Vamos a cambiar eso”. “El Presidente fue claro: vinimos a superar las diferencias”. No habla de plazos, aunque es optimista. “El horizonte es ambicioso y poner un plazo genera falsas expectativas. Sí podemos garantizar que cada día será mejor que los anteriores. Soy cortoplacista, por lo que, probablemente, en el primer semestre tengamos novedades”, adelantó en relación a sus proyecciones. Por supuesto que este, en mi caso particular, y para la mayoría de los afiliados, no se cumplió. Ahora, en 2019, al borde de finalizar el mandato presidencial esta es la realidad: concurrí a mi médico de cabecera el 5/08/19 para una consulta de rutina; dispuso una derivación al cardiólogo; el turno me lo otorgan en el sanatorio Sarmiento para el 21/08/19 (15 días). Revisado por el cardiólogo, este solicita un estudio de perfusión miocárdica nuclear (Spect); el Centro de Diagnóstico Nuclear me otorga el turno para el 21/08/19 (41 días); al retirar el resultado solicito un turno para el cardiólogo, quien me lo otorga para el 20/11/19, por lo cual sigo aguardando para ver el resultado del estudio (51 días). Total, para conseguir un tratamiento (107 días), lo que demuestra que todo el avance tecnológico fue superado por la burocracia sin control de las autoridades locales del PAMI. Tengo una gran duda y pregunto: cuando el Presidente necesita una atención cardiológica urgente, ¿también tiene que esperar 107 días? Otro tema es el de los debates presidenciales. Carecemos de estadistas que estén a la altura para participar, además del bajísimo nivel intelectual y del formato elegido que limita lo que debió haber sido un verdadero debate. Por otro lado, el Presidente candidato Macri estuvo todo el tiempo a la defensiva, y el candidato por la oposición (casi jefe de Estado) estuvo en la agresión. Lamentablemente, desde hace tiempo muchos argentinos venimos sosteniendo que, para la construcción de un verdadero país en ejercicio de la democracia, hace falta un pacto nacional de gobernabilidad y amplia concertación social. Pero los que ejercen y ejercerán el poder, por nuestro mandato, no nos escuchan. Abrigo las esperanzas de que alguna vez se darán cuenta.
Federico Yurcovich
- Debate presidencial (III)
Los indecisos damos a conocer nuestro ¡Aleluya!. Todos teníamos la pregunta del millón: ¿para qué arco patearemos? Es decir, quién iba a ser nuestro candidato. Después del debate nos quedó todo más claro que leche adulterada. Con gran emoción y unanimidad elegimos al “cusifay” que reventará las urnas; una mente privilegiada con la sartén por el mango. Él no mete la mano en la lata, no se queda con el vuelto y jamás baja los brazos. Te canta la precisa y es bueno como el pan. Con él “vamos a tener la chancha, los 20 y la máquina de hacer chorizos”. Como si esto fuera poco, jamás habla al cohete o por boca de otros. Tiene las manos limpias y no separa hijos de entenados. Corre con el caballo del comisario y nos ofrece muchas oportunidades. Eso sí, seguiremos con los ojos abiertos, cuidándonos de esos piojos resucitados que se tiran un lance para hacer su agosto. Hablan de bueyes perdidos para hacernos pisar el palito. Sólo quieren llevar agua a su molino y que al pueblo lo parta un rayo. Cuidado: no son bebés de pecho y el más lerdo corta un pelo en el aire. Nosotros no inventamos la pólvora ni el agujero del mate, pero sabemos cuántos pares son tres botas y que el agua no se mastica. Elegimos bien, por eso nos sacamos el sombrero por el más grande, el que lidera el más entero de todos los partidos: nuestro “que te jedi” y… ¡A otra cosa mariposa!
Teresa del Valle Albarracín
elvalledelasletras@hotmail.com
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