Si la tensión habitual -y a veces extrema- del hincha se trasladara a la rutina diaria de un plantel de fútbol profesional, el grupo estaría más cerca del manicomio que de jugar un partido relajado. Pasa en todos los clubes, para con todos los simpatizantes; pasa en Atlético.

La preocupación recurrente de estas últimas horas fue conocer acerca de las lesiones de Cristian Lucchetti y Franco Pizzicannella, ambos arqueros, uno el titular e ídolo indiscutido de Atlético; el otro, el tercer cuidapalos que hasta la fecha pasada estuvo en función de suplente de Alejandro Sánchez, debido a las molestias que no dejan volver aún a “Laucha”.

Dos arqueros y dos lesiones que encienden las alarmas en Atlético

El “menos mal que no hay fecha de Superliga este fin de semana” se escuchó bajito como un suspiro en el Monumental, porque en caso de haber visto acción el “Decano”, que visitará el sábado 19, a las 13.15, a Banfield, el relevo del “Oso”, hubiera sido el joven Gustavo Lescano, quien se está entrenando como un fusible de emergencia con el plantel conducido por Ricardo Zielinski.

Lucchetti quiere volver, extraña jugar pero desde el cuerpo médico de Atlético le piden no acelerar el proceso de recuperación: contra Aldosivi (fecha 4) recibió un fuerte golpe el Sacro, zona que contribuye a formar la columna vertebral y la pelvis, y cuya función principal es transmitir el peso del cuerpo a la cintura. Eso lo marginó hasta el momento, porque cuando intentó acelerar su regreso, el mendocino volvió a resentirse de la lesión.

Atlético tendrá acción lejos de casa por un tiempo

Gracias a que este fin de semana hay fecha FIFA, “Laucha” un margen mayor de tiempo para ponerse a punto. Recién el lunes lo van a exigir. Mientras tanto, los médicos no quieren que haga esfuerzos. El problema es la zambullida, algo normal en un arquero. La zona tiene que estar extremadamente curada para no volver complicarla.

Desde el 28 de agosto que Lucchetti no juega. “¿Sabés las ganas que tengo de atajar? Creo que no te darías una idea. Estoy desesperado”, le confesó a LA GACETA el capitán de Atlético.

No le queda otra que ser paciente.