La economista búlgara Kristalina Georgieva fue confirmada ayer como directora gerente del Fondo Monetario Internacional, convirtiéndose en la primera jefa del prestamista mundial proveniente de un mercado emergente. Georgieva, una política de centroderecha que creció en Bulgaria bajo el comunismo, ganó reputación durante su paso por el Banco Mundial y la Comisión Europea como una mujer honesta, defensora de la igualdad de género y líder en la lucha contra el cambio climático. La economista, elegida por la Unión Europea, se desempeñaba desde 2014 como vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria europea de Programación Financiera y Presupuestos. Fue además candidata a ocupar la Secretaría General de la ONU, puesto por el que compitió con la ex canciller argentina Susana Malcorra.

Se enfrentará a una serie de desafíos como jefa del FMI, el prestamista de las crisis mundiales, incluidos una desaceleración económica generada por la escalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. “Las señales de alerta están encendidas y debemos estar listos para la prueba”, manifestó Georgieva, de 66 años, en la sede del banco en Washington tras su confirmación. Además de los problemas económicos, Estados Unidos, que representa el mayor bloque de votación en el directorio del FMI, se ha retirado de acuerdos multilaterales. Los riesgos también están creciendo en mercados emergentes como la Argentina, que el año pasado recibió un préstamo de U$S 57.000 millones del FMI.

Georgieva ocupará el cargo que dejó la francesa Christine Lagarde, que asumirá la presidencia del Banco Central Europeo. Hasta ayer, esa posición fue ocupada interinamente por David Lipton. La búlgara será la duodécima titular desde la creación del FMI en 1944 y estará por un período de cinco años a partir del 1 de octubre. La flamante gerente puntualizó que su prioridad será ayudar a los 189 miembros de la entidad a minimizar los riesgos.