MEMORIAS

APUNTES DE FAMILIA

MIGUEL DE TORRE BORGES

(Losada - Buenos Aires)

Miguel de Torre Borges es hijo del escritor Guillermo de Torre y de Norah Borges, la única hermana del autor de Ficciones. Su libro es un extraordinario anecdotario de su familia. Arranca con su tío. “Cuando lo empecé a conocer, no era Borges”, dice en las primeras líneas. Y el Borges que nos muestra no es el Borges que conocemos y sobre el que parecía haberse escrito todo pero al que, de la mano de Miguel, descubrimos en facetas insospechadas. Un tío que da vueltas carnero sobre la alfombra del living, al que le repugnan los títeres y que asocia, con espontáneo humor, fragmentos literarios con hechos triviales de la vida cotidiana. Hay muchas escenas desconocidas que nutren su conocida capacidad para conectar conceptos en divagaciones características de su deslumbrante inteligencia. Y otras que exhiben su incapacidad para lidiar con la realidad, sus arbitrariedades, sus frustraciones.

Otro capítulo está dedicado a Leonor Acevedo, la madre de Jorge Luis y Norah Borges. El autor nos ofrece pasajes de su biografía que describen el intenso vínculo materno-filial que explica buena parte de la carrera literaria del escritor. “Los argentinos conocemos muy bien la diferencia entre ‘infeliz’, adjetivo, y la connotación despectiva del sustantivo en ‘ser un infeliz’. Bien, durante años (¿hasta 1955?) mi abuela censuraba con dureza a mi tío, aplicándole la segunda acepción”. La descripción es descarnada y nos remite a los años en los que Borges trabajaba en la Biblioteca Miguel Cané por un modesto sueldo. Pero la dureza de Leonor con su hijo se apoyaba en la firme convicción de que este era dueño de un enorme talento, convicción que se transformó en un impulso constante al reconocimiento de su trabajo. La escena en que Borges le lleva la primera edición de sus Obras -la prueba final de su consagración- a su madre en la cama, de la que no se levantará más, es estremecedora.

El libro tiene otros personajes fascinantes. Norah, madre de Miguel y pintora que su hijo demorará décadas en apreciar como tal. Y Guillermo, un ensayista que parece estar en las antípodas de su cuñado -con el que tiene una relación difícil- pero con el que, en el fondo, comparte mucho más de lo aparente. Y finalmente, entre deliciosas referencias y múltiples historias, nos cautiva la personalidad del discreto testigo, de un niño -y más tarde un joven- abrumado por una montaña de literatura y arte, afectado por la miopía afectiva de los adultos que lo rodean. Ese chico que rechaza inicialmente la comunicación y mucho de lo que su rico entorno le ofrece, se convierte luego -como demuestra este libro- en el exquisito autor de estos “apuntes”, llenos de sutilezas, ingenio, sensibilidad y lucidez


(c) LA GACETA
 

DANIEL DESSEIN

PERFIL

Miguel de Torre Borges nació en Buenos Aires, en 1939. Trabajó siempre en editoriales. Se casó, tiene tres hijos y cuatro nietos. Es autor de “Nosotros, los Borges” (2005), “Borges: fotos y manuscritos” (2005) y “Un día de Borges” (2013), traducido al inglés y al portugués.