Que Japón quede al otro lado del mundo implica varias cosas. Por ejemplo, que los argentinos tengamos que desvelarnos para seguir los partidos del Mundial de Rugby que comenzará el viernes, tal como pasaba con el de fútbol en Corea-Japón 2002. Las 12 horas de diferencia simplifican el cálculo (cuando allá son las 10 de la mañana, aquí son las 10 de la noche), pero dificultan la vigilia. Por otro lado, si acá estamos saliendo del invierno para entrar en primavera, el país del Sol Naciente se prepara para la lluviosa transición del verano al otoño. Por eso, no es de extrañar que el pronóstico extendido para la semana anuncie cinco días de lluvia, incluidos el viernes (día del partido inaugural entre Japón y Rusia) y el sábado, fecha del debut argentino ante Francia.

El factor climático viene entonces a sumarle tensión al combo que el partido ya promete de base. Los nervios propios de un estreno y la altísima incidencia que tendrá el resultado en las posibilidades de ambos equipos de superar la fase de grupos lo convierten en uno de los encuentros más candentes de la etapa clasificatoria. En semejante panorama, es dable esperar un duelo más estratégico y físico que de alto vuelo rugbístico; ni hablar si encima la cancha está pesada y la pelota se vuelve un jabón. Será sin dudas una extenuante batalla física y mental de 80 minutos, en la que un error grave puede ser la llave que destrabe el cerrojo para el rival.

Pasados por agua

De todos modos, el clima ya viene siendo tema de conversación en la antesala del Mundial. Sucede que, así como en Tucumán esta es la época en que menos llueve, en el Pacífico es temporada de tifones, que es como se denomina a los huracanes que se producen en esa parte del planeta. Si bien la mayoría se concentra en agosto y ni llegan a tocar tierra, es posible que se produzcan en septiembre o incluso octubre.

Japón está muy bien preparado para los fuertes vientos y lluvias de un tifón, al igual que para los temblores. Sin embargo, ¿qué pasa si un tifón impide la disputa de un partido? De acuerdo a las reglas de World Rugby, si el partido corresponde a la etapa definitoria (es decir, cuartos de final, semifinales o final), se lo reprograma; si corresponde a la fase de grupos, se lo considera como disputado y finalizado en empate 0-0.

Esto último puede tener grandes implicancias en los grupos en los que la clasificación de uno u otro es tan cerrada que se define por uno o dos puntos. Y en Japón, no hay grupo más parejo que el C, donde están Los Pumas, Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Tonga.

Preparativos

El plantel argentino continúa su preparación en el enorme complejo J-Village, ubicado en Fukushima, donde permanecerá hasta el miércoles. Ese día se trasladará hasta Tokio para preparar los últimos detalles y tener el captain’s run el jueves en el estadio Ajinomoto, donde el sábado se medirá con “Les Bleus”.

“Hay que tratar de estar tranquilos. Ir entrenamiento a entrenamiento para que el equipo pueda llegar de la mejor manera al partido con Francia”, intentó calmar las aguas el tucumano Ramiro Moyano, que lucha por formar parte del equipo titular en un puesto (el de wing) que tiene varias alternativas potables. Mientras tanto, disfruta de la compañía de sus comprovincianos: “vivir el mundial con tres tucumanos la verdad que es muy lindo. A Nico (Sánchez) y a ‘Tosti’ (Matías Orlando) los conozco hace tiempo y ya hemos compartido muchos momentos juntos”.