Uno de los pocos jugadores de Boca que estuvo a la altura de las circunstancias fue Esteban Andrada que ayer entró en la historia grande de la entidad de La Ribera. El mendocino, que volvió a ser gravitante en su equipo, no sólo mantuvo el cero en su valla, sino que alcanzó los 869 minutos sin recibir goles. De este modo, el ex arquero de Lanús se convirtió en el de mayor racha invicta en partidos oficiales de los “Xeneizes”.

Cuando Fernando Rapallini le bajó la persiana al clásico y el guardavallas se prestó a la requisitoria periodistica consideró que el empate fue positivo para Boca.

“A veces uno quiere tener la pelota la mayor parte del partido pero no se puede porque el rival te la saca. Por suerte, en esta ocasión pudimos aguantarlo y llevarnos un punto que nos sirve para seguir sumando”, dijo.

Luego agregó: “Ellos tienen gente rápida, plantamos un 4-4-2 para que no nos agarren mal parados. Luego salimos un poco y generamos peligro. A pesar que River, tuvo el predominio del control de la pelota, no contó con situaciones claras como para quedarse con la victoria”, aseguró quien puntualizó: “hubo una pelota que le saqué a Santos Borré y fue la única. Luego fueron pelotas paradas, centros cruzados, ningún otro peligro”.