La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida cotidiana. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común. De hecho, en América alrededor de 10 millones de personas viven con demencia que tiene consecuencias mortales: aumentaron las muertes más del doble entre 2000 y 2016. Su prevalencia en todo el mundo está aumentando de manera exponencial y se estima que el número de personas que viven con ella se triplicará, pasando de los 50 millones actuales a 152 millones para 2050.

En el marco del Mes Mundial del Alzheimer, que comenzó ayer, una campaña americana lanzada por Alzheimer’s Disease International (ADI) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) busca que las personas hablen de manera más cómoda y abierta sobre la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Consideran que conversar sobre ello ayuda a combatir el estigma, normaliza el lenguaje y alienta a las personas a descubrir más sobre la enfermedad y a buscar ayuda, asesoramiento y apoyo.

“La falta de conocimiento sobre la demencia y sobre cómo podría comportarse una persona afectada ha contribuido al estigma”, afirmó Carissa Etienne, directora de la OPS, que destacó el objetivo que tiene la campaña denominada “Hablemos de demencia”.

“Fomentará -añadió- las conversaciones en todas partes, ya que hablar es el primer paso hacia la concientización, la comprensión y la superación de las barreras que dificultan el acceso al diagnóstico y la atención”.

Paola Barbarino, CEO de Alzheimer’s Disease International, resaltó que la enfermedad es una de las crisis más importantes de salud mundial y atención social en el siglo XXI: la desarrolla una persona cada tres segundos, pero el estigma que la rodea, y la falta de tratamientos disponibles hacen que se demore en hablar sobre esto y en buscar asesoramiento y apoyo, perdiendo un tiempo valioso.

Síntomas

Es complejo determinar los síntomas comunes de la demencia tanto para la persona como para quienes la rodean, destacó Enrique Vega, jefe de la Unidad de Curso de Vida Saludable de la OPS. Según explicó, quienes tienen demencia aprenden a suplir las deficiencias sobre trastornos de memoria. “Por ejemplo, tratan de responder con una pregunta para evitar ser expuestos. En general confabulan con otras respuestas que inventan: le preguntás la dirección en la que vive y te dice dónde nació. Se les pueden identificar pequeños olvidos, como dificultades para realizar actividades cotidianas. Es decir, puede olvidar el vuelto a la hora de pagar o pierden el camino a casa”, detalló el profesional.

Por otra parte, destacó que aunque aumenta con la edad, no es algo que depende del envejecimiento. Sino -resaltó Vega- cuando aparece es porque existe una enfermedad concomitante. Por último, dijo que se puede prevenir: hay que mejorar la nutrición, realizar actividades tanto físicas como cerebrales de manera adecuada, y prevenir factores de riesgo como el alcoholismo y el tabaquismo. “Son intervenciones muy efectivas para reducir sustancialmente las demencias”, agregó.