Unos amigos se habían reunido el martes por la noche en la cuadra de calle Balcarce al 2.200. Cuando las bromas comenzaban a dominar la charla, dos jóvenes pasaron en una moto cerca y amenazaron con disparar contra ellos. A los minutos, se escucharon cuatro disparos y Franco Ruiz recibió una bala.

El joven, de 25 años, murió por un tiro en el tórax. Otras dos personas que se encontraban en ese grupo, resultaron heridas y fueron trasladadas desde Villa 9 de Julio hasta el hospital Centro de Salud.

“Después de bañarme, fui hasta donde estaba el grupo de amigos. Se acercó una moto y comenzaron a hacer disparos sin decir nada. Me pegaron en la pierna”, contó Carlos Gómez, uno de los lesionados, al salir del centro sanitario.

Fernando Medina, por su parte, dijoque el ataque había ocurrido poco después de las 21. “Yo estaba tomando una cerveza. Recién había llegado de trabajar. Me estaban cargando porque todavía no me había bañado. Y pasó esto”, relató el muchacho, quien también recibió un disparo en una de sus piernas. Ambos fueron dados de alta pasada la medianoche.

Los vínculos

Según datos de la causa, dos sospechosos pasaron en una moto, insultaron al grupo y se retiraron del lugar. Al poco tiempo, regresaron con otros desconocidos, que también se movilizaban en motovehículos. A unos 30 metros, una de estas personas extrajo un arma de fuego y disparó varias veces.

Durante el rastrillaje, los peritos lograron ubicar una vaina calibre 40, que será sometida a pruebas técnicas. También se tomaron muestras de manchas de sangre para posibles cotejos genéticos, indicaron fuentes judiciales. A la vez, los investigadores han iniciado una ronda de interrogatorios a testigos del hecho y tenían previsto analizar imágenes de seguridad de la zona.

En la tarde de ayer, fuentes judiciales y policiales informaron que uno de los aparentes autores del ataque se habría entregado. Se trataría de Juan Rodrigo “Mondragón” Albarracín, de 24 años, quien pertenecería a la familia Toro y está señalado como el que “habría descendido de una de las motos y habría disparado contra Ruiz y sus acompañantes”. El otro supuesto agresor sería “Coquito” Torres, quien sería hijo de “Pichín” Torres, de acuerdo a las hipótesis del caso.

Teniendo en cuenta a los protagonistas, las mismas fuentes oficiales señalaron que el conflicto registrado en Villa 9 de Julio estaría vinculado a una disputa entre los clanes Acevedo y Toro.

Franco Ruiz había empezado a trabajar como ayudante de albañil y, en ocasiones, en herrería para materiales de eventos sociales, describieron los parientes. “Hasta ayer usaba muletas. Iba a comenzar la rehabilitación el 6 de septiembre. Vivía conmigo. Tenía un hijo de dos años y lo traía todos los días”, contó Patricia Acosta, la madre. De acuerdo a lo que se informó, el joven había estado detenido años atrás en una causa por robo.

Con su muerte, se han registrado 13 homicidios en lo que va del mes, según el relevamiento de LA GACETA.

La posición de Maley

En los homicidios, “juega la falta de trabajo”

“En los homicidios en ocasión de robo pueden jugar los temas de la falta de trabajo, la situación económica o la inestabilidad laboral”, expresó ayer el ministro de Seguridad, Claudio Maley, tras confirmarse el último crimen ocurrido en Villa 9 de Julio, el número 13 en lo que va del mes. El funcionario remarcó además que en muchos casos “se atribuye a la mala conducta de la gente”. “Si alguien está en un lugar festivo y se desata una pelea con homicidio, hay una ‘inconducta’ de la que no se le puede hacer responsable al dueño de un negocio o a alguna autoridad en particular”. “Tenemos muchos detenidos. El 78% de los homicidios, aproximadamente, ha sido esclarecido por el trabajo con la Justicia”, remarcó el titular de la cartera provincial.