Un transeúnte se queja por la falta de limpieza que tienen los puestos de ventas de flores que se encuentran sobre las peatonales del microcentro de San Miguel de Tucumán. En particular, solicita que haya una limpieza permanente de los toldos que sirven como techos para estos negocios. Advierte que cuando se acumula tierra, se termina afeando el paseo. Opina que todos deben colaborar para mantener los espacios públicos lo más impecable posibles.

FALTA LA TAPA DE INSPECCIÓN CLOACAL

Una vecina advierte sobre el peligro que entraña la falta de la tapa de inspección cloacal en el pasaje Ambrosio Nougués 1.855 (entre Entre Pellegrini y Frías Silva). Reclama que intervenga la SAT.

DEMANDAN QUE SE LIMPIE EL ACCESO POR 
SAN MARTÍN A LA IGLESIA SAN FRANCISCO

Una lectora alerta sobre la cantidad de basura acumulada y la falta general de limpieza que muestra el acceso lateral a la Iglesia San Francisco, sobre San Martín al 500. Reconoce que varios lectores ya expresaron su queja al respecto, pero se lamenta que ni las autoridades municipales ni las del Ejecutivo provincial -la puerta en cuestión está ubicada frente a la Casa de Gobierno- hayan intervenido para que se limpie adecuadamente el lugar.

ASÍ VIVEN EN PASAJE  PADILLA AL 1.200

Una vecina se queja porque en el pasaje Ernesto Padilla al 1.200, altura avenida Independencia al 2.800, deben caminar por la calle sorteando basura, ladrillos y pérdidas de aguas servidas. Reclaman a las autoridades municipales una solución urgente.

OCUPÓ LA SEMIPEATONAL Y LA VEREDA PARA ESTACIONAR

“Esto pasa en 25 de Mayo al 300”, describe, entre el lamento y la indignación, el lector que retrató el momento en que un conductor transgrede no sólo normas de tránsito, sino también de convivencia. Aunque la semipeatonal tiene un espacio para que los vehículos se detengan por unos instantes, la camioneta de la foto va más allá, se detiene directamente sobre el sector destinado al tránsito de las personas, y como los macetones amarillos reduce el ancho de la calzada (precisamente para evitar que los autos ingresen a ese espacio), el chofer del vehículo sube dos ruedas a la mismísima vereda. Todo ello, para cargar y descargar materiales con más comodidad, reniega el vecino, que reclama un poco de civilidad.