Holanda empezó a aplicar ayer una controvertida ley que prohibe el uso de ropa que cubre la cara en sitios públicos, una medida que afecta directamente a las mujeres musulmanas que llevan la burka o el niqab en un país visto como símbolo de libertad y tolerancia. Holanda es el quinto país europeo que prohibe las prendas islámicas en el transporte público, en los edificios del gobierno y en las instituciones de salud y educación, después de que Francia, Bélgica, Austria y Dinamarca aprobaran medidas similares. Grupos musulmanes y de derechos humanos han expresado su rechazo a la formalmente llamada “prohibición parcial de la ropa que cubre la cara” mientras que un partido político islamista de Rotterdam anticipó que se hará cargo de las posibles multas a las musulmanas que desoigan la prohibición. En las primeras horas del día, no hubo información de personas penadas por la nueva ley, que fue tratada y aprobada por el Parlamento pese a que muy pocas mujeres en Holanda usan ropa que cubra su cara. (Télam)