El 9 de julio de 1816, el 8 de mayo de 1968, el 8 de mayo de 2018 y el 9 de julio de 2019. En apenas unos cuantos segundos yo escribo estas fechas y usted las lee. Con qué facilidad abordamos literalmente estos días y con qué dificultad los atraviesan nuestros antepasados, nuestros abuelos y hasta nuestros amigos.

No es novedad que el 9 de julio de 1816, justamente en Tucumán, se declaró “la Independencia de las Provincias Unidas de la América del Sud de la dominación de los reyes de España y su metrópoli”, tal como redactaron el documento.

Más de un siglo después, 8 de mayo de 1968 desapareció en Vietnam Ignacio Ezcurra, redactor y fotógrafo del diario La Nación. El bonaerense había llegado, ese mismo año,  para cubrir la cruenta guerra que se libraba en ese país. Lo hizo con una máquina de escribir y otra de sacar fotos (una Pentax Honeywell H3) con las que retrataría -metafórica y literalmente hablando- escenas de una guerra devastadora. Hasta ese día.

El salto al 8 de mayo de 2018 también es grande. Nos detenemos aquí porque no solo se trató del día en que se cumplieron 50 años de la desaparición de Ignacio Ezcurra sino también del día en el que su nombre y parte de sus pertenencias fueron reconocidos e incorporados al listado de periodistas muertos durante la guerra en el Museo de los Restos de la Guerra, el más visitado de la histórica Ho Chi Minh.

No fue una casualidad. Fue parte de una importante gestión por la Embajada argentina en Vietnam, encabezada por el embajador Juan Valle Raleigh y el cónsul Francisco Lobo, este último un tucumano que presta funciones en Vietnam desde 2017.

“Encarnación (Ezcurra) se había comunicado con nosotros meses antes contándonos de la situación y preguntándonos qué podíamos hacer”, le cuenta Lobo a LA GACETA. Encarnación, quien también ejerció la profesión de periodista, es la hija de Ignacio. Ella junto a Juan Ignacio Ezcurra, su hermano, encontraron en la Embajada el lugar indicado para hacer de ese 8 de mayo, otra fecha patria.

A partir del contacto entre la Embajada Argentina en Vietnam, con las autoridades del museo, la presencia y el trabajo de Ezcurra fue verificado y su nombre fue incluido en una emotiva ceremonia en el Museo de los Restos de la Guerra. Además, sus hijos donaron al lugar la máquina de escribir que utilizó en aquella cobertura e hicieron entrega de las cientos de  fotos que tomó su papá en aquel entonces y que la Biblioteca Nacional “Mariano Moreno” donó para el acervo del Museo.

Claro, antes Encarnación y Juan Ignacio nunca pudieron recuperar a su papá pero al menos lo hicieron con esos ítems. Otro de ellos, quizás el más importante, nos llevará a la próxima y última fecha: el 9 de julio de 2019.

La semana pasada, en ese mismo museo de Ciudad Ho Chi Minh (con motivo del aniversario de la Independencia), autoridades del mismo y de la Embajada argentina, inauguraron una muestra fotográfica de referencia llamada “Historias de una cámara”. Allí, uno de los museos más visitados de todo el mundo, se exhiben desde el martes y hasta el 30 de agosto, dos grupos de fotos de Vietnam: las que sacó Ignacio Ezcurra a finales de los ‘60, en plena guerra y las de la “época de paz”, que sacó Luisa Duggan, su nieta, 50 años después con un país completamente distinto pero con la misma cámara de su abuelo. Claro, la misma Pentax Honeywell H3 que había llevado Ignacio a la guerra y que recuperó su familia luego, fue la que usó Luisa para retratar Vietnam en un momento absolutamente diferente de su historia.

Presidido por la directora del Museo Dra Tran Xuan Thao y el Embajador Valle Raleigh, también contó con la presencia de Luisa y Teresa Duggan , nietas de Ignacio.

Todos presentes para homenajear a Ignacio y porqué no a la patria. Tal como él lo hizo en los ‘60.