Son poco más de las 10 de la mañana y en la cancha 1 del Tucumán Lawn Tennis, escenario de innumerables batallas de la “Naranja”, reina una calma casi sepulcral. El silencio es apenas interrumpido de a ratos por el ruido lejano de algún escape que llega desde la avenida Gobernador del Campo, tranquila como puede estarlo en la mañana de un sábado tan gris. Unas pocas figuras móviles impiden que se trate de una imagen estática: dos hombres repasando las líneas de la cancha con pintura blanca, otro que da vueltas al perímetro al trote y un perro recostado en mitad del campo de juego, con la serenidad de quien no le debe nada a nadie. Parece difícil de creer que, poco más de 24 horas después, allí mismo habrá un carnaval multisensorial, repleto de colores, sonidos y el aroma inconfundible de las bengalas que acompañan la salida de los equipos a la cancha. Se trata de la gran final del Regional “Antonio Gandur”, que a partir de las 16 enfrentará a Lawn Tennis y a Universitario por la Copa de Oro “Club LA GACETA”, la que certifica al campeón del NOA.

A modo de presentación, los capitanes Santiago Rez Masud (Lawn Tennis) y Juan Ignacio Cruz (Universitario) posaron para la foto durante la quieta mañana en el Parque. Junto a la Copa, pero sin tocarla, como manda esa ley no escrita que castiga con la derrota a quien la infringe. O eso dicen.

Por las dudas, ambos se mantuvieron lo más alejados posible. Si bien las cosas se definen dentro de la cancha, a ninguno de los dos le hace gracia la posibilidad de ser señalado responsable ante un eventual resultado adverso.

De todas maneras, si en algo coinciden Rez Masud y Cruz, es que haber llegado a la final ya es un premio para ambos equipos, que vienen de dejar en el camino a los dos principales favoritos del cuadro posterior a la etapa clasificatoria. “De nuestra parte, no tomamos como una presión que Tucumán Rugby haya sido el principal candidato. Teníamos plena confianza en lo que teníamos y sabíamos bien que debíamos reducir al máximo los errores, porque no podíamos darle ventajas a un equipo que sabe aprovecharlas tan bien. Y ahora pensamos igual. Tratamos de disfrutar cada partido, porque haber llegado hasta acá ya es motivante”, asegura Santiago.

“Para nosotros, fue un gran paso haber superado cuartos de final. Teníamos ese gusto amargo de los últimos dos años y nos lo pudimos sacar. Además, haberle ganado a un equipo duro como Natación en semifinales es otro gran logro, pero todo eso ya quedó atrás. Ahora nos enfocamos en disfrutar el presente. Creo que esa fue la palabra clave esta semana: disfrutar”, sostiene Juan.

Perfiles

Aunque el estilo de ambos corre por carriles separados, hay algo que une a ambos finalistas: las dificultades que se encontraron a lo largo del camino. De hecho, ambos tuvieron el desgaste extra de haber tenido que superar primero la instancia de cuartos de final, y aún así lograron vencer a rivales que llegaban más descansados.

“Es cierto que Lawn Tennis sabe jugar este tipo de instancias”, admitió Rez Masud, que junto a los “Benjamines” ya ha transitado por varias escalas definitorias. “Sin embargo, creo que ‘Uni’ también lo sabe. Plantea un juego dinámico, tendremos que cuidarnos mucho de eso”, analizó el apertura del anfitrión.

“Lawn Tennis trabaja muy bien este tipo de instancias, pero nosotros debemos enfocarnos en lo nuestro, en tratar de que los pequeños trabajos individuales y grupales sean lo más perfectos posibles”, fue la lectura de Cruz.

Como un test match

Como buena final, la de hoy seguramente presentará más características de test match que de Súper Rugby: un juego más cerrado, escaso en perlas y riesgos innecesarios, y abundante en contacto y estrategia. Como se suele decir, un escenario donde no gana el que más acierta, sino el que menos se equivoca.

“Creemos que va a estar cerrado, pero ninguno de los dos dejará hacer su trabajo principal. Así pasó en el partido de la fase clasificatoria. Y cuando se abra, se abrirá para los dos. Esperemos que sea un lindo espectáculo”, anhela Cruz, primera línea de las “Serpientes”.

Como pateador, Rez Masud sabe que puede tocarle definir el partido con un disparo a la H, como ya hizo en la final del Regional 2012, ante Cardenales. “El rol de pateador es así, pasás de héroe a villano en un rato. Uno convive con eso. Un día metés todas, otro día no embocás ni una, o a lo mejor acertás sólo la última y sos el mejor. Es un rol medio injusto, pero se trata de una responsabilidad que a mí me gusta mucho.Hay que estar preparado para lo que venga”.