ROMA.- El ministro del Interior italiano Matteo Salvini anunció que el lunes iniciará un censo a los campos de gitanos en Italia para remover los que incumplan la ley.

“El lunes escribiré a todos los prefectos para tener una imagen detallada y en tiempo real de la presencia de los rom en los campos abusivos o teóricamente ‘regulares’ para proceder, según lo programado, a los cierres, desalojos, remoción y restauración de la legalidad”, anunció en Twitter.

Salvini, líder de la derechista Liga y principal impulsor de la política de “puertos cerrados”, volvió así sobre una de las promesas del gobierno italiano, del cual es también el vicepremier, que ya en junio de 2018 había reclamado el cierre total de los campos de la etnia rom, o gitanos, a los que acusa de cometer diversos actos ilegales.

En contraste, un relevamiento hecho por la comuna de Roma, gobernada desde 2016 por el Movimiento Cinco Estrellas (también integra el Gobierno del país), mostró que en la capital italiana viven sólo unos 4.500 gitanos, es decir, 3.000 menos que hace siete años.

Se estima que unos 180.000 gitanos, que son europeos, viven aún en Italia. La mitad tiene ciudadanía italiana, y de los restantes la mayoría son rumanos.

Salvini dijo en 2018 que aquellos que sean irregulares deberán ser echados del país, pero que a los que sean italianos, “por desgracia, nos los tendremos que quedar”.

El pedido de Salvini contra los gitanos y su rechazo a la inmigración contrasta con su política en defensa de los animales, lo que le valió críticas de líderes sociales.

“Los perros, por el amor de Dios, son criaturas y merecen un gran respeto. ¿Y los hombres no? Me gustaría el mismo respeto por las personas”, criticó el sacerdote Luigi Ciotti, al conocerse el pedido de Salvini para las adopciones de 117 perros abandonados tras el cierre de un centro para refugiados.

Querella

Carola Rackete, capitana del barco SeaWatch 3 y acusada de “favorer la inmigración ilegal” por desembarcar a 40 náufragos sin permiso del gobierno italiano, presentó ayer una querella contra Salvini, a quien acusa de difamación e instigación a la delincuencia.

La presentación judicial incluyó un pedido para secuestrar las cuentas en redes sociales de Salvini, ya que el equipo legal de Rackete considera que se usaron “en modo criminal” contra su persona.

Ayer, cuando se conoció en los medios italianos el contenido de la querella, Salvini volvió a utilizar su Facebook para dirigirse a Rackete y aseguró que “no hay límite para lo ridículo”, por los reclamos de la acusación en su contra.

Según afirmó el abogado de la capitana, Alessandro Gamberini, “nadie quiere limitar su libertad de expresión política. Salvini también puede hacer una crítica feroz. Pero se quiere evitar que use estas herramientas cometiendo crímenes. Se plantea con él lo que se plantearía con cualquier otro ciudadano. ¿O él cree que tiene privilegios y que puede cometer un crimen?”.

La denuncia presentada contabiiza un total de 22 expresiones de Salvini que, según la joven alemana, constituyeron una “campaña de desprestigio” en su contra.

Durante la polémica por la llegada de Rackete, que incluyó un arresto de tres noches por haber desobedecido a embarcaciones de guerra italianas, el vicepremiercalificó de “delincuente” y “pirata”. Ella le respondió tratándolo de “racista peligroso” y lo acusó de violar los Derechos Humanos. (Télam)