BUENOS AIRES.- La justicialismo conmemora hoy una fecha oscura para su historia. Augusto Timoteo Vandor, el dirigente metalúrgico que pretendió disputarle a Juan Domingo Perón la conducción del PJ, era asesinado a balazos hace 50 años en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en Parque Patricios.

El sindicalista, que encabezaba el gremio más poderoso del país y era apodado “El Lobo”, recibió cinco disparos por parte de desconocidos, cuando hablaba por teléfono con el dirigente peronista Antonio Cafiero sobre la situación nacional.

En ese momento la Argentina estaba bajo la dictadura del general Juan Carlos Onganía, y todavía se sentían los efectos de “El Cordobazo”, el estallido social que un mes antes había conmocionado al país.

Nacido en 1923, en Entre Ríos, Vandor ingresó a los 17 años a la Armada. En los 50, tras dejar la fuerza, se convirtió en delegado gremial. Su trayectoria como dirigente se forjó en los primeros años que sucedieron a la caída de Perón, luego de 1955, en los tiempos de la denominada “Revolución Libertadora”. En 1958, tras la elección presidencial de Arturo Frondizi y el pacto con Perón, gremialistas justicialistas volvieron a conducir sindicatos. En este contexto, Vandor fue ungido como secretario general de la UOM y líder de las 62 organizaciones peronistas.

Pasados los años, tras el golpe de Onganía, Vandor asumió una postura dialoguista con la dictadura y ello derivó en una división del movimiento obrero organizado.

La actitud ambigua de Vandor ante “El Cordobazo” y sus apelaciones a “la unidad del pueblo con las fuerzas armadas”, impulsaron a sectores radicalizados del peronismo a terminar con su vida. Ese fue el objetivo de la “Operación Judas”, emprendido por un comando de cinco integrantes que ingresó a la sede de la UOM haciéndose pasar por oficiales de justicia. Los atacantes comenzaron a buscar a Vandor a los gritos, y al llegar a su despacho lo ejecutaron Los autores del crimen habrían integrado la organización “Descamisados”, que más adelante se incorporarían a la guerrilla de Montoneros. La causa se cerró en 1972, sin sospechosos. Un año después, el propio Perón declaró que le había advertido a Vandor que su vida corría peligro. “Si usted le falla al Movimiento, el Movimiento lo mata; y si usted le falla a la CIA, la CIA lo mata. Me acuerdo que lloró”, evocó, al referirse a ese crimen. (Télam)