Un comerciante guardó el cartel de “vendo coca” en momentos en que los controles de los agentes federales se tornaban más estrictos en la avenida Silvano Bores, ante la llegada de la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich. En pareja o en grupo, los efectivos de la Policía Federal y de Gendarmería recorrían a la vez las calles de piedra y tierra, en algunos casos, cargando fusiles. En los sectores internos, solicitaron documentación a peatones y papeles del rodado a algunos motociclistas, y observaron los movimientos en algunas casas.

Más de 150 efectivos de ambas fuerzas se movilizaron ayer en los barrios del sureste de la capital, entre ellos, Patria, Sarmiento y San Miguel. El paso de los patrulleros y de los agentes a caballo o en motos, además de los grupos tácticos, despertó la atención y las demandas de los vecinos.

“Hace falta la presencia de los federales y de la policía de la provincia, principalmente, durante la mañana y la noche. Es imposible vivir en este barrio y en el de mi abuela: Parque. La inseguridad es de terror. Estaría bueno que no sólo se haga una vez (por el procedimiento). Sería mejor que haya controles los fines de semana”, expresó Karina Sotelo.

Mientras conversaba, la vecina observaba cómo dos agentes de la PFA consultaban el registro de un motociclista y del rodado, a través de la radio oficial. A media cuadra, cuatro gendarmes caminaban agrupados con los uniformes especiales y sus armas. “La venta de droga es un problema. Los fines de semana se escuchan disparos. Sería bueno que se implementara algún programa para contener a los adolescentes y jóvenes adictos. Es lamentable esta situación, ya que uno los conoce desde chico”, describió la mujer.

Las fuerzas federales identificaron los puestos con conos y con vehículos oficiales a lo largo de cuatro cuadras de la avenida Silvano Bores. En varios puntos, contuvieron el tránsito de los colectivos, de los automóviles y de las motos. “Sinceramente, uno ve sólo un policía hoy y se sorprende. Pese a que tenemos una comisaría a tres cuadras (por la seccional 11ª) y una dependencia del 911, a cuatro, se ve pasar a los chicos yendo a comprar (droga)”, manifestó Blas Ale, mecánico.

“Nos hace falta que la Federal y las otras fuerzas recorran de vez en cuando, al menos, las calles. Si esto se hiciera dos veces por semana, no quedaría el 50% de los que viven acá. Años atrás, en el barrio uno se podía sentar en la vereda a tomar una gaseosa y comer un sándwich, o a charlar hasta las dos de la mañana. Hoy, entran a la casa a robarme a las 20”, enfatizó.

Demandas

Durante la jornada, se escucharon demandas de los vecinos, ante el operativo de seguridad. “Hay robos en esta cuadra, en la otra y en la siguiente. Pero ahora hay hasta perros aquí. Hace 30 años vivo en la zona y la comisaría sigue igual. Tenemos que pasar por el cordón cuneta porque está toda llena de coches”, se quejó Mónica Brizuela.

“La gente no puede tomar el colectivo. Salís a las 6.30 y te asaltan. Es una boca de lobo este sector. Se esconden en las casillas para asaltar y robar la mochila de los chicos”, aportó Fátima Contreras, del barrio Patria.

En medio del riguroso procedimiento, la ministra de Seguridad llegó hasta la zona y mantuvo en dos casas cortas reuniones con grupos de residentes. Estuvo acompañada por la candidata a gobernadora por Cambiemos, Silvia Elías de Pérez, y por el diputado José Cano. “Le planteamos los problemas de inseguridad, que nadie puede caminar tranquilo por las calles, sobre todo, las mujeres, que somos las vulnerables. Estamos indefensas a toda hora del día”, señaló Isabel Cabeia, una ciudadana de Angola que vive en la provincia.

“Hablamos del narcomenudeo, que en la zona se conocen a varios que se dedicarían a esa actividad ilegal”, añadió Sofía Albarracín.