BRUSELAS, Bélgica.- Los partidos comprometidos con una mayor integración de la Unión Europea comenzaron ayer a negociar los cargos y las políticas, después de las elecciones parlamentarias del bloque que concluyeron con una fragmentación del movimiento de centro, avances exiguos de los nacionalistas y una alta participación, que llegó al 51%.

Matteo Salvini, viceprimer ministro de Italia, líder del partido antiinmigración La Liga, la fuerza principal en una eventual alianza de extrema derecha en Europa, dijo que el 34% de los votos nacionalistas italianos constituían un mandato para poner fin a las normas de austeridad de la zona euro.

“Ha llegado el momento de volver a discutir las normas desactualizadas que han dañado a Europa. De otro modo no puede explicarse un voto como éste”, dijo Salvini.

Las palabras del líder italiano no logran tapar el hecho de que la extrema derecha y otros nacionalistas, incluyendo a Nigel Farage del nuevo Partido Brexit, el francés Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen y los grupos gobernantes de Polonia y Hungría enfrentan problemas para resolver sus diferencias y convertirse en una fuerza unificada con cerca del 25% de los escaños del Parlamento.

El resultado electoral fue interpretado como un voto de confianza para los líderes tradicionales, tras el alza de la participación y un tibio desempeño de los nacionalistas. “Las elecciones europeas fueron una prueba tangible de que la democracia europea está viva”, dijo Margaritis Schinas, portavoz jefa de la Comisión Europea, a periodistas. “Los populistas no ganaron esta elección”, añadió.

Ante las políticas hostiles de Rusia, la creciente influencia económica de China y las políticas impredecibles del presidente estadounidense Donald Trump, muchos europeos parecían inclinados a expresar que la UE debería permanecer unida para proteger los derechos de los trabajadores, la libre expresión y la democracia.

Los jefes de Estado de los 28 países miembros, incluyendo a la primera ministra saliente de Reino Unido, Theresa May, se reunirán hoy en Bruselas para discutir la sucesión de Jean-Claude Juncker en la presidencia ejecutiva de la Comisión Europea y de la jefatura del Banco Central Europeo. Las negociaciones, marcadas por intereses nacionales, partidarios y de género, se extenderán hasta la cumbre del 20 y 21 de junio.

El avance de los liberales, como el movimiento de Emmanuel Macron en Francia, y de los Verdes en Alemania, en Francia y en Reino Unido, implicarían una alianza de cuatro grupos políticos a favor de mayor integración. (Reuters)