La decisión de los bancos tradicionales de pasarse a Leliq y restar volumen al crédito explica el crecimiento que en los últimos meses tuvieron las fintechs -las nuevas empresas de finanzas- tanto en clientes no bancarizados como en el segmento con historial crediticio. Así lo señaló ayer Alejandro Consentino, titular de la cámara sectorial y presidente de Afluenta.

A modo de ejemplo, Consentino dijo que en su empresa alcanzaron los 9.000 millones de pesos en casi 20.000 préstamos, solo en la Argentina. “En la región ya pasamos los U$S 60 millones”, señaló.

El directivo sostuvo también que hoy el contexto no es positivo, ya que los bancos se retiraron de los préstamos, para pasarse a las Leliq. “La capacidad de pago de los clientes está atada al contexto económico, y si hay desempleo, si los precios suben por la inflación y no hay paritarias, ese cumplimiento se complica”, agregó.

En el caso de las fintechs las tasas de interés van desde el 51% al 80%, con precios ajustados al riesgo, un nivel que en el caso de los bancos tradicionales es considerablemente superior.

Otra empresa del sector fintech, Moni, difundió esta semana que el 63% de sus usuarios son personas que no tienen tarjeta de crédito.

Moni se ubicó desde el inicio en una clientela dispuesta a captar préstamos de bajo monto y pagaderos en el corto plazo. El 29% de los clientes de esta empresa dijo haber tomado un préstamo para pagar deudas, 18% lo hizo para llegar a fin de mes, 9% para darse un gusto, 8% para el pago de los servicios, otro 8% para afrontar gastos diarios, 4% para el pago de la tarjeta de crédito, para un viaje (4%), para el pago de expensas y alquiler (3%) y para la compra de indumentaria (2%), entre otros.

Entre los que nunca tuvieron tarjeta de crédito el 43% indicó que prefiere manejarse siempre con efectivo; el 25% afirmó no calificar para el otorgamiento por figurar en el informe Veraz, el 21% refirió no cumplir con los requisitos solicitados por su banco, y el restante 11% dice no estar interesado en tener tarjeta.

Entre los que tuvieron tarjeta de crédito en el pasado, el 43% indicó haberla dado de baja voluntariamente para controlar sus compras y gastos, el 33% la dio de baja por deuda, el 13% por aparecer en el informe Veraz y el 10% por el costo de renovación y mantenimiento. (Télam)