“Hacemos unos buenos pesos los fines de semana. Desde que se hizo el parque vengo todos los días, se vende bastante bien porque hay mucha gente con chicos y suelen tentarse con algo dulce”, afirma Luciano Coronel, mientras sostiene un palo cargado con algodones de azúcar rosados y naranjas.

Al igual que él, son varios los vendedores ambulantes que -desde su inauguración hace casi un mes- decidieron recurrir a “El Provincial” para ofrecer a las familias visitantes sus productos. Entre ellos, las pelotas gigantes, los burbujeros y las ratitas hechas de goma eva son los juguetes que más llaman la atención de los niños y hacen que sus padres deban desenfundar las billeteras.

Aunque claro, que visitante puede resistirse a un buen acompañamiento para el mate. “Lo que más compran las familias son cosas dulces. Con mi esposo nos despertamos bien temprano en la mañana y hacemos rosquetes, pastaflora, magdalenas y algunos panes”, narra Ana María Bolena, mientras se pasea de un lado a otro con dos tuppers gigantes y un rollo de servilletas.

“De algo se tiene que vivir. Cuándo vemos que la cosa acá no da nos vamos hasta parque Avellaneda o nos ponemos en alguna de las rotondas de Yerba Buena a hacer tortillas”, acota Marco Alcina, vendedor de pochoclos y de manzanas caramelizadas. Eso si, las reglas para que puedan hacerlo son bastantes claras. “Para evitar que se convierta en un espacio de mercadeo está prohibida toda instalación de puestos o mantas en el parque. No somos estrictos con las ventas ambulantes pero los comerciantes tienen que circular en todo momento”, señala Lucas Milano, encargado del cuidado de las instalaciones del parque.

Horarios

Al tratarse de un espacio verde cercado por rejas y con puertas de acceso, los visitantes solo pueden acceder a “El Provincial” de 8 a 22, todos los días.