Cuando un amigo se va

queda un espacio vacío,

que no lo puede llenar

la llegada de otro amigo.

A los 79 años Alberto Cortez dejó un espacio vacío ayer con su muerte, a causa de una insuficiencia cardíaca y una falla multiorgánica, en Madrid. La simpleza de sus letras, cantadas con su voz profunda para todos los públicos, pero sobre todo la honestidad artística caracterizaron su larga y exitosa carrera.

Su verdadero nombre era José Alberto García Gallo y había nació en Rancul, La Pampa, en 1940. Publicó su primer disco en 1961, acompañado por Waldo de los Ríos y su orquesta.

“En un rincón del alma”, “Cuando un amigo se va”, “Callejero”, “Mi árbol y yo”, “A partir de mañana”, “Te llegará una rosa” o “Castillos en el aire” son sólo algunos de los grandes éxitos de la canción latinoamericana que compuso y cantó en muchos escenarios del continente. Sus composiciones llenaron teatros en conciertos y están plasmadas en medio centenar de álbumes. Además publicó cuatro libros de poemas y trabajó en dos películas como actor, “Los éxitos del amor” y “Ritmo a todo color”.

En España

Cortez escribió canciones simples e impactantes, trascendió las fronteras, se afincó en España hace casi seis décadas (luego de casarse con Renee Govaerts) y habitó el territorio de la canción de autor.

Durante una entrevista con Télam defendió su hacer de trovados porque, dijo, “es el que posibilita contar las cosas que se sienten y es el que permite apreciar una emoción humana”. Y sin duda Cortez encontró la manera directa y potente de transmitir esas emociones en un profuso cancionero. Alcanzó gran popularidad en el exterior antes de lograr reconocimiento en la Argentina, en los años 70. Compartió escenarios, discos y proyectos con otros músicos como Facundo Cabral, Estela Raval, Mercedes Sosa y Ricardo Arjona y musicalizó a poetas españoles de la talla de Miguel Hernández y Antonio Machado.

En otro reportaje fundamentó la presencia de sus clásicos en los conciertos que ofrecía porque “canto lo que la gente quiere escuchar; no escondo mis éxitos porque los éxitos los hace el público, es propiedad suya y no cantarlos es esquivar el reconocimiento que se me ha brindado”.

Obtuvo cuatro Discos de Oro, cuatro Heraldos de Oro, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, el Grammy Latino a la trayectoria y a la excelencia musical y en 2007 fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura porteña. Entonces declaró: “Rancul es mi patria y Argentina es apenas un arrabal de mi pueblo”.

> PUNTO DE VISTA

El mejor poeta del amor

HORACIO MEJAIL / Arquitecto y cantante

Alberto Cortez fue el mejor embajador de los amigos, el mejor poeta del amor, el gran músico compositor del árbol y el perro. Se va un grande, un ser que se va a extrañar en los escenarios, pero que va a continuar estando con nosotros el resto de los días a través de sus letras y sus músicas. Esa será nuestra “silente compañía”, el “tizón encendido” que deja su huella amistosa a través del arte.

Si hay alguien que puede inmortalizar la vida es el compositor, el escritor, el poeta, y Cortez los reunía a todos. Por ello va a durar eternamente en todos nuestros sentidos, en nuestro corazón y en nuestros oídos, porque así es como llega él a nosotros.

Es triste la partida de este gran representante argentino de la música; me quedo con la alegría de haber sido parte de la generación que vivió su presente cuando brillaba en los escenarios y seguiré disfrutando de su obra. Gracias maestro, hasta otra canción.