Científicos de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, que analizaron por qué algunas personas logran estar delgadas mientras que otras aumentan de peso fácilmente, constataron que la genética está a favor de la gente delgada y en contra de las que están en el otro extremo del espectro.
Aunque se sabe que el entorno, como el fácil acceso a alimentos ricos en calorías y estilos de vida sedentarios, impulsó el aumento de la obesidad, se observa una gran variación individual en el peso dentro de una población que comparte el entorno. Algunas personas parecen poder comer lo que les gusta y permanecer delgadas, lo que ha llevado a estigmatizar a las que sufren sobrepeso como perezosas o sin fuerza de voluntad.
El equipo británico, liderado por Sadaf Farooqi, del Instituto de Ciencia Metabólica Wellcome-MRC de la Universidad de Cambridge, llevó delante su trabajo, titulado “Estudio sobre Individuos Delgados y Esbeltos” (STILTS, por su sigla en inglés) para examinar por qué y cómo a algunas personas les es más fácil mantenerse delgadas.
Hasta hora las investigaciones se habían centrado en personas con sobrepeso, y se habían encontrado cientos de genes que elevan las posibilidades de sufrirlo.
Otro enfoque
El equipo de Farooqi, en cambio, reclutó 2.000 personas que eran delgadas (definidas como un índice de masa corporal -IMC- de menos de 18 kg/m2) pero sin condiciones médicas ni trastornos de alimentación. Trabajaron en todo Reino Unido, tomaron muestras de saliva para análisis de ADN y pidieron a los participantes que respondieran preguntas sobre su salud general y sus estilos de vida. Los científicos destacan que el Instituto Nacional para la Investigación en Salud de Reino Unido, permitió y respaldó en gran medida su investigación.
Para el estudio, cuyos resultados acaban de publicarse en la revista “PLOS Genetics”, el equipo trabajó con el grupo dirigido por Inês Barroso, del Instituto Wellcome Sanger, para comparar ADN de 14.000 personas: 1.622 de STILTS; 1.985 con obesidad severa y 10.433 más controles de peso normal.
Fundamento
Nuestro ADN consta de una secuencia de moléculas conocidas como pares de bases, representadas por las letras A, C, G y T. Las cadenas de estos pares de bases forman regiones genéticas (que incluyen o forman nuestros genes). Nuestros genes son el código que indica cómo funciona nuestro cuerpo y los cambios en la ortografía (una C en lugar de una A) pueden provocar cambios, sutiles o dramáticos. Y eso ocurre también con el peso.
El equipo encontró diversas variantes ya relacionadas con la obesidad, pero también nuevas regiones genéticas involucradas en la obesidad severa y en la delgadez saludable.
“La investigación muestra por primera vez que las personas delgadas y sanas generalmente los son porque tienen carga menor de genes que aumentan las posibilidades de sobrepeso y no porque sean moralmente superiores, como sugieren algunas personas -señaló Farooqi-. Es fácil juzgar y criticar a las personas por su peso, pero la ciencia muestra que las cosas son mucho más complejas. Tenemos mucho menos control sobre nuestro peso de lo que podríamos pensar”.
El 74 % de la cohorte de STILTS tenía antecedentes familiares de delgados y sanos, y el equipo encontró cambios genéticos que fueron significativamente más comunes en personas delgadas.
“Si podemos encontrar los genes que les impiden subir de peso, podremos dirigirnos a esos genes, encontrar nuevas estrategias de pérdida de peso y ayudar a las personas que no tienen esta ventaja”, resaltó Farooqi.