Ya sabemos que el celular está ahí, sobre la mesa, avisando cada vez que a alguien se le ocurre pensar por escrito. Los mensajes no paran. Pero los alumnos sí deben parar de mirar la pantalla si quieren estudiar. Los expertos en educación y en psicopedagogía advierten que la falta de concentración es la principal dificultad a la hora de preparar un examen. LA GACETA consultó con dos especialistas para saber cómo ayudar a estos jóvenes.

En primer lugar, la pedagoga y psicóloga Gladys Caram, magister en Psicología Educacional, traza un mapa de las dificultades más comunes de los alumnos: “falta de concentración, desmotivación, apatía, falta de deseo de aprender, estudio memorístico y mecánico y la falta de uso de estrategias de aprendizaje adecuadas, como hacer un esfuerzo por comprender lo que se lee, hacer relaciones y analizar e interpretar la información. Es decir, hay dificultades en la lectura comprensiva y en la escritura. Estos jóvenes también tienen problemas para organizar su tiempo y diseñar un plan de estudio, especialmente cuando tienen que rendir varias materias”.

Aprender es un proceso complejo donde intervienen múltiples causas. Para lograr aprendizajes significativos el principio fundamental es la comprensión y el establecimiento de relaciones entre los conocimientos previos, es decir lo que ya sabe el alumno y la nueva información, destaca la especialista. Esos saberes previos que el alumno ya posee tienen que ver con lo que aprendió en la misma materia, en otras materias o con experiencias de su vida cotidiana y con la información en general que observa en internet y en las redes de comunicación. Lo importante a la hora de estudiar es que el alumno utilice sus estrategias cognitivas, sus capacidades y habilidades intelectuales. El objetivo no es sólo que adquiera conocimientos teóricos sino también los procesos mentales que llevan a la adquisición del conocimiento, como por ejemplo, lograr comprender lo que se lee, relacionar la información, analizarla e interpretarla, agrega.

Todos estos procesos mentales son los que ahora se denomina “aprender a aprender”. “Se incluyen también en estos procesos de estudio y aprendizaje la memoria, pero no la memoria mecánica, que implica la mera repetición del contenido, sino la memoria comprensiva, que implica procesos previos de comprensión y el establecimiento de relaciones”, describe Caram.

Una parte fundamental del proceso de estudio y aprendizaje es el repaso y la fijación en la memoria del contenido por aprender. Muchas veces los alumnos dedican muchas horas al estudio, pero cuando no hay un tiempo para el repaso, llega la hora del examen y no recuerdan nada o los conceptos comienzan a mezclarse. La pedagoga Analía Pizarro coincide con Caram en que “la memoria es importante: debe servir para relacionar e integrar, por supuesto, no de forma mecánica sin saber lo que estamos repitiendo”.

Técnicas de estudio

Poner en práctica técnicas de estudio es un elemento muy valioso. Pizarro enumera algunas: subrayar las ideas principales, buscar el significado de los términos desconocidos, hacer resúmenes o síntesis de cada tema, esquemas, cuadros comparativos y mapas conceptuales integradores (es lo que más ayuda a la hora de aprender las materias y para repasar antes del examen), aconseja.

Estudiar a conciencia

Es común que los alumnos estudien sin ganas, con una actitud de “por las dudas”, “me tiro un lance”. Error. La cabeza del alumno debe funcionar con la mirada puesta en la meta. La profesora Caram recomienda:

- Estudiar con un objetivo: plantearte pequeñas metas te ayuda a implicarte personalmente en tu estudio. Antes de empezar a estudiar y durante el proceso de aprendizaje es fundamental tener conciencia del “para qué” estudio y el “cómo” estudio.

- Activá tu mente. Hacete preguntas sobre lo que estás estudiando, investigá en las páginas de internet, buscá mayor información.

- Establecé relaciones entre los conceptos de la misma materia, de otras materias y hasta de situaciones de tu vida cotidiana.

- Realizá repasos frecuentes.

- En los días previos a los exámenes no te des un “atracón” de conocimiento. Dormí bien, descansá.

- Trabajá con los temas, conceptos y hechos fundamentales para poder hacer relaciones y comprender lo leído.

- Cuidá tu estado físico y mental. Hacé alguna actividad física, respetá las horas de sueño y hacé repasos sin pretender estudiar todo de nuevo.

- Evitá la ansiedad y el estrés. Cuando aparezca el pensamiento “no me acuerdo nada”, confiá en el trabajo de la memoria.

- No orientés tu examen en los supuestos de lo que creés que te van a preguntar. Primero tenés que tener sentido de la totalidad de los conocimientos para luego analizar las partes.

- Anotá las dudas y consultalas con los docentes. Averiguá cuáles son los criterios para evaluar en esa materia.

- Realizá un repaso activo, es decir, con autoexamen mental, comprobación y relectura.


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- Cómo luchar contra los nervios

• Organizar el tiempo adecuadamente. 

• Estudiar en forma correcta, realizar autoevaluaciones durante el proceso. 

• Autorregular el sueño y la alimentación: dieta, alimentación y la actividad física.

• No utilizar psicofármacos.

• Si es necesario, interrumpir. Distraerse un poco y volver al estudio.

• Dividir el estudio en pequeños pasos, concentrarse en la tarea y no en la ansiedad.

• No estar pendiente del estado emocional. Reconocer y aceptar cierto grado de ansiedad. No suprimirla.

• Valorarse desde otras dimensiones de la persona, no por los resultados y las calificaciones. 

• No sobrevalorar la situación de examen. Es una instancia más del proceso de aprendizaje.

• Evitar pensamientos irracionales, negativos y de fracaso.

• Si hay bloqueos, inhibiciones o sufrimiento, consultá con un psicólogo.

- Para tener en cuenta a la hora de rendir

• Disponé de un espacio adecuado para estudiar, con buena luz, ventilado y con una silla cómoda.

• Usá un horario que te ayude a concentrarte.

• Apagá el celular en esa franja horaria.

• Hacé un cronograma para planificar las horas disponibles para cada materia.

• Comenzá por las materias que tienen mayor dificultad para aprender.

• Recopilá el material necesario para estudiar cada materia (apuntes, fotocopias, libros, videos y otros).

• Leé los textos o capítulos completos, de manera comprensiva.

• Tomá nota de todas las dudas para consultar -Poné en práctica técnicas de estudio: subrayá ideas principales, hacé resúmenes y cuadros.

• Reservá un tiempo para el repaso.

• Confiá en tus capacidades, para mostrarte seguro si has estudiado en el caso de exámenes orales.

• Para los exámenes escritos, leé todas las consignas, pedí aclaración si no se entiende alguna, distribuí el tiempo asignado para poder contestar todas y no responder solo las primeras preguntas.

> Tomá nota

- Hasta el 13 de diciembre, acompañamiento a los alumnos que debenaprobar materias.

- Del 17 al 21, examen ante tribunal de materias pendientes.

- Del 14 al 22 de febrero, espacios pendientes de aprobación.

- Del 25 de febrero al 1 de marzo, exámenes ante comisión evaluadora.