Un tuit publicado en la cuenta de la agrupación Franja Morada posó la atención en la Facultad de Derecho. Víctor Chocobar, el docente denunciado por presunto acoso sexual, regresó ayer a dar clases luego de haber estado 90 días suspendido. Durante ese tiempo, su comisión había estado a cargo del profesor Pedro Pérez y a Chocobar le habían asignado otra comisión, aunque él asegura que no estaba notificado del cambio. El plazo de suspensión se había vencido el 4 de noviembre, por lo que el docente denunciado retomó sus funciones normalmente. Cuando Pérez llegó a clase hubo una fuerte discusión delante de los alumnos.

Chocobar dedicó buena parte de su clase de ayer a explicarles a sus alumnos su situación, en una especie de descargo público en el que insistió en que todo se trata de una persecusión política de parte de la decana. Además, según puede escucharse en una grabación de la clase, aseguró que dos de las tres mujeres que lo denunciaron se dedican a la prostitución.

“En virtud del Reglamento de Investigaciones Administrativas (Decreto 467/99) el docente no puede ser suspendido más de 90 días. Por eso la Dirección de Asuntos Jurídicos había aconsejado que se le asignaran funciones sin contacto con los alumnos. Pero hubo una demora administrativa y no llegó a comunicarse la resolución rectoral”, explicó Ricardo Bascary, director de Sumarios de la UNT.

La resolución 1.079, mediante la cual el Rectorado ordena a la facultad de Derecho que Chocobar no tenga contacto con los alumnos, había sido firmada el 1 de noviembre. Sin embargo, recién ayer llegó a la casa de estudios, según confirmó la decana, Adela Seguí. “En conjunto con la cátedra se deberá decidir cuáles serán las nuevas funciones del docente, hasta tanto finalice el sumario”, dijo la titular de la unidad académica.

Descargo

En una primera parte del reencuentro con la comisión, el docente acusado relativizó las denuncias en su contra.

“La señora decana ha instalado el rumor de que hay un docente de una ‘materia cuco’ que se aprovecha de la vulnerabilidad de alumnas del interior para acosarlas. Pobre decana, de ingenua que es, yo conozco que dos de las tres que me han acusado -¿están grabando esto?, pregunta-; ejercen la prostitución, y les puedo decir dónde tienen la parada de prostitutas. Esas son las que para la decana son vulnerables. Vulnerables somos nosotros, Juan -dirigiéndose a un alumno-, y muchachos, que si llegamos a pasar por ahí estas mujeres nos tiran un lazo y hasta que no nos sacan el dinero que tenemos encima no nos sueltan. Esas son las vulnerables. Una profesión no define (a la persona), fenómeno, pero tampoco es para que la decana salga a decir que es vulnerable”, se puede escuchar en ese audio grabado en el aula.

“Fui a dar clase en mi horario habitual, normalmente, sin irrumpir ni nada de lo que se dijo. De hecho, he sido recibido con total beneplácito por mis alumnos y el personal no docentes”, señaló el profesor. En diálogo con LA GACETA, Chocobar admitió todo lo que dijo en clase, aunque corrigió y dijo que sabe que una de las denunciantes (y no dos) se dedicaría a la prostitución. “Lo sé porque la referente del Protocolo (Soledad Deza) dijo la identidad de una de las denunciantes. Deza fue abogada particular de esa persona y lo negó en todo el proceso”, aseguró el docente.

Según su versión, él aún no conoce de qué se lo acusa porque todavía no le permitieron revisar las actuaciones y sostuvo que continuará con las acciones judiciales en contra de varias autoridades de la facultad de Derecho. El 26 de octubre había recibido un revés judicial ya que el Juzgado Federal rechazó una acción de amparo y entendió que todo el procedimiento que lleva a cabo la UNT se ajusta a las normativas legales vigentes.