La Justicia no ha podido ubicar en las últimas semanas a Macarena Bordato, quien había sido nombrada en un tramo del juicio por el crimen de Paulina Lebbos. La Sala III en lo penal, a cargo del proceso oral, dispuso que la mujer sea citada para declarar como testigo y estaba previsto que la medida se concretara tras el receso de dos semanas, según fuentes judiciales.

El personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que tenía la misión de confirmar la citación judicial, se presentó en domicilios que había hecho figurar Bordato en los registros oficiales. Sin embargo, los uniformados federales no pudieron hallar a la mujer, tanto en Yerba Buena como en la capital. El ultimo lugar de residencia habría sido un edificio de la zona del parque 9 de Julio, pero personal del lugar contó que ya no vivía allí.

Bordato había sido nombrada en una audiencia del juicio Lebbos, en marzo pasado. En ese momento, Magdalena Cruz, una de las empleadas, había señalado que la mujer puso a su nombre una línea de celular. Ese teléfono, justamente, figuraba en un cruce de llamadas con las hermanas Virginia y Jimena Mercado (amigas de Paulina); Gisella Rennis, José Luis Gómez -padre de Roberto Luis Gómez, el único imputado por el homicidio de Paulina- y Walter “Chichilo” Acevedo, referente de la barra de Atlético.

Cruz había sido citada también como testigo para que explicara las llamadas a su nombre con esas personas. Tras esa declaración, el Ministerio Público Fiscal (MPF) solicitó la incorporación de Cruz al programa de testigos protegidos, cuyos beneficios se hicieron efectivos meses después.

Bordato, a la vez, se hizo conocida a nivel nacional por un incidente en el aeropuerto local, en 2016, con efectivos de la PSA.

“No comandé”

Hugo Sánchez cerró ayer su declaración ante el Tribunal. “No era mi responsabilidad la investigación preparatoria. Lo que hice fue poner los recursos para la instrucción, que en ese momento eran los mejores, como quedó en claro en este juicio”, manifestó el ex jefe de la Policía.

El imputado por encubrimiento declaró durante las últimas dos jornadas. Ayer, hizo hincapié en que se había investigado todas las hipótesis del crimen, como “la fiesta de los hijos del poder”, el remisero, la fiesta en El Cadillal o el ataque sexual”. También explicó que “no había comandado” la comisión conformada para trabajar en el caso. “No se trató de un comité, sino de una comisión, cuya finalidad era sumar gente y no comprimir, ocultar o que fuera algo turbio. Al contrario, fue para sumar gente”, enfatizó.

Alberto Lebbos, padre de Paulina, enfatizó que Sánchez intentó con la declaración “diluir su responsabilidad” y “maquillar todas las maniobras de encubrimiento”. “Lo hizo con mentiras”, dijo.