Cinco años después de su creación legal, empieza a materializarse el proyecto del Juzgado Federal N°3 de Tucumán. José Manuel Díaz Vélez, actual secretario de la Fiscalía Federal N°1, será el primer titular de ese despacho si el Senado presta acuerdo a la designación que le remitió el presidente Mauricio Macri. El pliego de Díaz Vélez ingresó ayer a la Cámara Alta, que también tiene en su poder los nombramientos de Edgardo López Herrera y de Martín Abdala para la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán. El cumplimiento del trámite senatorial, que incluye una audiencia pública y la votación en el recinto, habilita a los nuevos jueces a jurar en sus respectivos cargos.
Al inclinarse por Díaz Vélez, aspirante que cerraba la terna y mano derecha del fiscal Carlos Brito, el Poder Ejecutivo de la Nación descartó a René Padilla, que ocupaba el segundo puesto. López Herrera, líder del terceto, había quedado tácitamente fuera de carrera por haber sido destinado al tribunal de alzada. Como existía un postulante con doble chance de ser nombrado, la propuesta del Consejo de la Magistratura de la Nación incluía una lista complementaria integrada por Carolina Ballesteros, defensora oficial en la Justicia provincial.
La terna del Juzgado N°3 había ingresado a la Casa Rosada el 22 de febrero de 2017: ello quiere decir que el Gobierno de Macri se tomó casi 600 días para adoptar una decisión. En el ínterin recibió los tercetos correspondientes a las dos vocalías acéfalas de la Cámara Federal, cuya resolución avanzó comparativamente a mayor velocidad. En esos casos, Macri optó por los candidatos que encabezan las respectivas propuestas (López Herrera y Abdala). El Presidente todavía puede nombrar al fiscal federal N°3: esta es la última terna a su disposición para coberturas en Tucumán y la que, paradójicamente, primero llegó al Poder Ejecutivo. La propuesta que componen José Agustín Chit, Valentina García Salemi y Virginia Duffy aguarda una definición desde noviembre de 2015 (Patricio Rovira está en el listado complementario). Fuentes gubernamentales y políticas deslizaron que el cargo quedaría en manos del primero.
La definición del titular de la Fiscalía Federal N°3 no sólo importa a los fines de aliviar a las unidades que dirigen Brito y Pablo Camuña (este último también trabaja como fiscal federal subrogante ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán). Ocurre que la ampliación del Ministerio Público Fiscal de la Nación resulta imprescindible para la implementación gradual del nuevo Código Procesal Penal en la esfera federal, que se supone que comenzará por el Norte del país a partir del año próximo. Mientras tanto, la oficina que deberá manejar Díaz Vélez carece de espacio físico, y obligará a hacer reformas en el edificio de Congreso y Las Piedras, que ya funciona al límite de su capacidad. El Juzgado N°3 nació en 2013, cuatro décadas después de la sanción legislativa de su “clon” institucional: el despacho N°2 hoy a cargo de Fernando Luis Poviña.
Siempre que los senadores les den el visto bueno, López Herrera, Abdala y Díaz Vélez se convertirán en los primeros magistrados federales tucumanos evaluados desde el punto de vista patrimonial. Esa fiscalización tuvo lugar durante la fase política del proceso de selección en virtud de un procedimiento administrativo que el macrismo incorporó a comienzos de este año. Además, los tres postulantes que escogió el Gobierno serán las únicas altas autoridades de la Justicia Federal local que abonen el impuesto a las ganancias puesto que no gozarán de la exención que beneficia a todos sus pares nombrados antes de 2017.