Amarrados con cadenas en las barandas de acceso al palacio de Tribunales y con una olla popular en la plaza Yrigoyen, trabajadores del Ingenio San Juan protestaron ayer en busca de respuestas por parte de la Justicia. Exigen que se cubra la vacante del juzgado en lo Civil y Comercial Común de la VII Nominación, que entiende en el concurso de la empresa.

Juan Luis Abregú, secretario general del Sindicato de Empleados del Ingenio San Juan, indicó que durante el mediodía fueron recibidos por autoridades de la Justicia, quienes les entregaron un escrito dirigido al Poder Ejecutivo para que defina qué juez va a reemplazar a la retirada jueza Graciela Fontana. Las partes quedaron en volver a reunirse el viernes.

Unos 400 obreros denuncian que el arrendatario Tecnocontrol SA les adeuda alrededor de $ 32 millones sólo en concepto de salarios. Desde la sindicatura solicitaron que se levante el concurso y se vendan las tierras de la fábrica para cubrir los pagos retrasados. “No se decide por falta de juez. Que se liberen las tierras ya, porque los tiempos de la Justicia no son los de los trabajadores”, exigió Luis Sorroza, interventor del Sindicato de Fábricas y Surcos del Ingenio San Juan.

La fábrica azucarera, ubicada en la Banda del Rio Salí, tuvo un problemático inicio de zafra este año, debido a una millonaria deuda de gas. La campaña comenzó el 1 de agosto, pero el jueves 9 se detuvieron los trapiches de manera abrupta ante el retiro de la empresa que administraba la planta.

Sorroza afirmó que hasta ahora no recibieron colaboración del Gobierno de la Provincia, a quien le solicitaron - a través del Ministerio de Desarrollo Social- 400 bolsones por mes hasta enero debido a la delicada situación en la que se encuentran. “También esperamos que nos reciba el gobernador (Juan Manzur) o el vice (Osvaldo Jaldo). Cuando buscan los votos nos reciben a todos. Lo más importante es que se liberen las tierras para que los trabajadores puedan cobrar”, dijo.

Los dirigentes afirmaron que excepto por el intendente de Banda del Río Salí, Darío Montero, no hubo otros funcionarios que se hayan acercado para buscar una solución a un conflicto que lleva más de 20 años. “Nos sorprende por los legisladores, especialmente los de la zona este de la provincia. Ninguno se dignó a llegarse a ver qué pasaba con nosotros. En estas situaciones deben estar con el pueblo. Es un ingenio, no un quiosco”, se quejó Abregú.

De un modo similar se manifestó Sorroza, quien aseguró que no se quedarán de brazos cruzados y aseguró que endurecerán la protesta si es necesario para poder tener una solución al conflicto. “Mientras estemos nosotros, el Ingenio San Juan no se va a cerrar, vamos a pelear hasta el final”, sostuvo el dirigente azucarero.