BARCELONA, España.- Barcelona debutó hoy en la Liga de Campeones europea con una trabajada victoria por 4-0 sobre PSV Eindhoven con un magistral "hat-trick" de Lionel Messi.  

En un intenso e igualado duelo, que también estrenó horario, el fabuloso golpeo de falta del astro argentino, en el minuto 31, abrió el camino hacia el primer triunfo de los catalanes en el Grupo B. El francés Ousmane Dembélé amplió la ventaja azulgrana en el 74' y Messi de nuevo, como culiminación de dos jugadas corales, lo cerró en el 77' y en el 87'.

La amplia ventaja final fue un castigo excesivo para un PSV que plantó mucha cara al campeón español. Y toda un premio para los dirigidos por Ernesto Valverde, que durante el primer parcial extrañaron a muchos de sus seguidores en la grada.  

En la tarde española (16:55 GTM), las tribunas del Camp Nou ofrecían numerosas y ostensibles butacas vacías cuando Barcelona y PSV saltaron a la cancha para disputar su primer partido de Champions de esta campaña.

Y aunque a medida que avanzaba el primer periodo, algunos asientos se fueron ocupando, resultó evidente que la idea del máximo organismo del fútbol europeo de que esta temporada se disputen encuentros a las 18:55 españolas no fue bien recibida por la hinchada azulgrana.

Reacción

Barcelona, en cualquier caso, se sobrepuso a ese contratiempo y también a sus propias falencias. Y es que, en su primer choque en la competición que entrega "esa Copa tan linda" como la describió el argentino, Messi minimizó con su fantástico gol de falta las flaquezas de los de Valverde.

Antes y después de que el capitán azulgrana describiera una perfecta parábola para colar el balón por la escuadra de Jeroen Zoet, los azulgrana adolecieron de continuidad en el juego y sufrieron defensivamente.  

Como ya hizo en varios partidos de la competición doméstica, la zaga catalana concedió numerosos rebotes, con las consiguientes segundas ocasiones. Los holandeses las aprovecharon para generar una sensación de constante peligro.

Los dirigidos por Mark Van Bommel, que también amenazaron a la contra, firmaron, además, las ocasiones más claras del choque (Gastón Pereiro y Steven Bergwijn) antes de que Messi adelantara a los azulgrana.  

A partir de entonces, todo se niveló. Los de Valverde se replegaron mejor defensivamente. Y el francés Ousmane Dembélé y el brasileño Philippe Coutinho se hicieron notar en el área holandesa.

El volante brasileño pudo ampliar la ventaja del Barcelona a la vuelta de la pausa, en el 57'. Su colocado disparo, desde dentro del área grande, lo sacó el arquero del PSV con una oportuna mano.

Messi tuvo después una falta similar a la del primer parcial que se fue por poco. Y el PSV contó con un fuerte disparo de José Tasende "Angeliño" que atrapó Marc André Ter Stegen sin dificultades.

Mientras la hinchada "culé" pedía "libertad para los presos políticos" (en alusión a los nueve políticos independentistas en prisión preventiva por el proceso separatista en Cataluña), el duelo se había abierto. Barcelona buscaba con cierta precipitación el gol de la calma. El PSV, también bastante acelerado, el del empate.

Fueron, sin embargo, los catalanes quienes resolvieron mejor ese periodo de incertidumbre para acabar firmando una goleada que escondió todas las dificultades de la primera hora de partido.  

Dembélé, en una fantástica jugada personal, despejó las dudas con el 2-0. El delantero francés agarró el balón cerca del medio campo, burló de manera magistral a dos contrarios y, tras voltearse como una exhalación, corrió como una centella para conectar un tremendo derechazo imposible de alcanzar para Zoet.  

A partir de entonces, Messi ofreció su particular fiesta, con un par de goles que ilustraron su voracidad y capacidad para estar casi siempre en el lugar preciso.

El capitán del Barcelona avisó en el inicio de temporada de que, esta vez sí, el equipo quería más que nunca la Champions. Gracias a él, inició el camino hacia la "Orejona" con buen pie.