Julieta Silva (de 30 años) fue condenada hoy a tres años y nueve meses de prisión por atropellar y matar a su novio, el rugbier Genaro Fortunato (25), a la salida de un boliche en San Rafael en septiembre del año pasado. 

La decisión de la Justicia no dejó conforme a la familia Fortunato, que esperaba la máxima condena: prisión perpetua, por homicidio agravado por el vínculo. Sin embargo, el tribunal declaró a la mujer culpable por homicidio culposo agravado. Además la inhabilitaron para conducir vehículos por ocho años.

GENARO FORTUNATO

Minutos antes de ser sentenciada, Julieta tuvo la oportunidad de decir unas palabras, pero decidió no hablar. La que sí habló fue la madre de Genaro, Graciela Linares: "Por qué, Julieta, por qué! Arruinaste dos familias".

El caso

Según cita el diario Clarín, Julieta Silva mató a Genaro con su auto. Él cayó al asfalto después de correr unos metros junto al vehículo. Ella condujo 150 metros, hizo un giro en U, volvió hasta donde él estaba y lo atropelló. Aplastó su cráneo y arrastró su cuerpo tres metros. Nunca se acercó a auxiliarlo. 

Después de salir del auto, siempre se mantuvo a distancia y no se acercó al cuerpo de su novio. Volvió a su auto y se quedó sentada en el interior. En esos momentos llamó al 911 (ya habían llamado otros testigos que estaban en el estacionamiento), se comunicó con su ex marido, Pablo Tabanera y recibió la llamada de su amiga y entrenadora “Pola”, la testigo Silva Ballarini. A su entrenadora fue a quien Julieta le confirma: “Atropellé a Genaro y creo que lo maté”.