Un grupo de militantes denominados “pro vida” intentó evitar un aborto legal en la provincia de San Juan, que se le iba a realizar a una adolescente de 14 años que fue violada y embarazada, según la denuncia de su madre, por el dueño del campo en el que trabaja su marido.

Los padres de la víctima ya habían dado su consentimiento para que se le hiciera la intervención, amparados en lo que establece el Código Penal para este tipo de casos.

Al momento de realizarse la operación hubo incidentes: se infiltraron activistas en contra del aborto que intentaron impedir que la camilla con la menor ingrese a la sala de cirugía. A su vez, hicieron llamados a jueces para que impidan la operación, según informó Diario Cuyo.

Por diferencias sobre el aborto, suspenden la presentación del proyecto de nuevo Código Penal

Se investiga si, incluso, alguien le dio un desayuno a la nena a sabiendas de que eso obligaría a postergar la operación.

Finalmente, los médicos decidieron seguir las instrucciones de las autoridades e interrumpieron el embarazo, que llevaba 10 semanas de gestación. La menor se recupera ahora en el Hospital Rawson, donde recibe además la contención del Comité del Maltrato Infanto-Junvenil.

Autorizan el uso de misoprostol, una droga para provocar abortos

La policía detuvo al hombre denunciado por la familia de la víctima. Se trata de Marcelo Villalobo, un boliviano de 32 años, dueño de la finca de la zona de Médano de Oro en la que trabajaba el padre de la adolescente.

A pesar de que la ley prevé el aborto por abuso, denunciaron a los médicos que lo practicaron.