CRÍTICAS AL PAMI

Hago un reclamo referente al cambio inconsulto que realiza PAMI con relación a los prestadores sanatoriales. En mi caso particular, de una Clínica de calle Balcarce, me derivaron a una de calle Marcos Paz. Da la casualidad que a ese Sanatorio no paso ni siquiera por la vereda por cuestiones exclusivamente gremiales. Debí concurrir al PAMI para dejar sin efecto esa disposición. Hoy, nuevamente, y sin consultar al afiliado, me derivan a un Sanatorio en este caso de avenida Roca. Hablo al 138, “PAMI escucha”, y me expresan que debo concurrir al PAMI de calle Córdoba, primer piso (escaleras de por medio), y plantear esta situación. Pareciera ser que las autoridades de la Obra Social se sienten satisfechas con mantener a los afiliados en vilo. Concurro a la clínica que es de mi preferencia y me expresan que no me pueden atender, debido al cambio que realizó PAMI. Señores de la Obra Social: tengo 84 años y no puedo andar deambulando de un Sanatorio a otro, debido a esas disposiciones absurdas de cambiar sin consultar al afiliado de prestador en clínicas y sanatorios. La elección del prestador es libre. Convendría que PAMI se dedique a mejorar las prestaciones médicas asistenciales y a facilitar los trámites de tipo administrativo de los adultos mayores (veteranos), a quienes nos obligan con estas disposiciones arbitrarias. Recuerden que la Obra Social es de los afiliados. Ustedes, los que administran PAMI, son empleados nuestros. Recuerden que PAMI se sostiene con el aporte de los afiliados y del Gobierno nacional. Nos merecemos una muy buena atención y medidas administrativas que tiendan a beneficiar a la gente mayor. Conclusión: la empleada que me atendió me expresó que el cambio que solicité se pondrá en vigencia a partir del 1 de septiembre. Y me sugirió que en estos días no salga a la calle, que me abrigue y si necesito hasta esa fecha la atención sanatorial, que la pague de mi peculio o concurra al Sanatorio que ellos me designaron.

Hugo César Navarro

Avda. Francisco de Aguirre 1.582
San Miguel de Tucumán

APOYO A LA LUCHA UNIVERSITARIA

Yo, docente de escuela, apoyo la lucha universitaria. Indignación en la docencia. En la última reunión paritaria, el Gobierno nacional pasó de ofrecer el 15%, que había sido rechazado, al 10,8%, incluyendo el 5% ya cobrado en mayo. Esto generó gran estupor y fuerte malestar que se extendió a todas las redes docentes, luego de meses sin convocar a la mesa de negociación salarial. Está en desarrollo una enorme huelga de 190.000 docentes universitarios convocados por la Conadu Histórica y por Adiunt, en Tucumán. La docencia ha decidido no esperar el año 2019. Piden el 30% de aumento, indexación automática, salario para los docentes ad honorem y la defensa del presupuesto para sostener la universidad estatal y gratuita ¿Cuáles son las razones? Elementales: “La docencia rechaza (la propuesta), porque no estamos de acuerdo en que nos bajen el salario. Si la inflación reconocida por el presidente, Mauricio Macri, será del 30%, y nos ofrecen el 15%, es una baja del salario. Nos han llevado a esta situación a la que no queríamos llegar. No queremos una huelga larga, pero sí contundente” (Diego Toscano). La docencia primaria y secundaria deben apoyar y tomar nota de sus colegas universitarios. Nos acosa la miseria. Es hora de unir fuerzas.

Pedro Pablo Verasaluse

palo1965@hotmail.com

APOSTASÍA

Un viejo refrán dice: “Éramos pocos y parió la abuela”. Por si fuera poco el candombe en el que vivimos los argentinos desde hace 30 años, ahora apareció un grupúsculo de no creyentes, llamando a la apostasía a quienes creen en la Iglesia Católica. Esta acción, plena de mala intención, merece ser aclarada, ya que hay muchos creyentes y no creyentes que no saben u olvidaron el significado de la misma. Apostatar, para el creyente, significa abandonar públicamente la fe en la Iglesia Católica, en la cual ha sido bautizado y pertenece, más allá de que sea o no habitual practicante. No es la primera vez, ni será la última, en que se intente desmembrar a la Iglesia, en nuestro país o en otras partes del mundo. Por lo que veamos la conveniencia e inconveniencia que tiene ser apóstata, o sea, no creyente. Hace 2.000 años, ya San Pablo advertía sobre estas maniobras, según puede leerse en su segunda carta a los cristianos de Tesalónica, a quienes, entre otras cosas, les dice: “No se dejen perturbar fácilmente ni se alarmen. Que nadie los engañe. Porque, por acción de Satanás, tiene que venir la apostasía y manifestarse el Adversario, el que se alza con soberbia contra todo lo que lleva el nombre de Dios, para engañarlos y pervertirlos de modo que no amen la verdad que los puede salvar”. Ante esta realidad, es bueno recordar a los creyentes que la fe sobrenatural es un regalo que nos hace Dios a partir del bautismo, para revestirnos de su presencia interiormente para siempre, y como una ayuda para los momentos de duda. Pero esta fe no es impuesta; el creyente tiene derecho a renunciar si quiere, pero es conveniente que antes de hacerlo se informe. Por ejemplo, del significado de la fe. Según Santo Tomás de Aquino, la fe implica asentimiento del entendimiento a lo que se cree, y es un acto voluntario, porque Dios no invade la libertad de las decisiones que toman las personas; o sea, no obliga a nadie a creer. Pero sí promete recompensas a quienes creen sin ver. A Dios nadie lo ha visto, por lo tanto, “bienaventurados los que creen sin ver”, dice Jesucristo.

Daniel E. Chávez

chavezdaniel04@gmail.com

ÓMNIBUS TAFÍ VIEJO-TUCUMÁN

Han transcurrido tres meses desde que por primera vez me referí, en esta sección de LA GACETA, al deficiente servicio de ómnibus interurbano que tenemos entre Tafí Viejo y San Miguel de Tucumán. Poco y nada cambió; mejor dicho, no cambió nada. La falta de higiene de las unidades sigue sin mejorar, al igual que las frecuencias entre las unidades. Lo mismo ocurre con las cortinas en las ventanillas, que brillan por su ausencia. Lo único que cambió fue la temperatura dentro de los coches, ya que de un altísimo calor en las épocas de verano por la falta de aire acondicionado, pasamos a las bajas temperaturas por la falta de calefacción. A esto hay que sumarle el mal estado de los burletes, tanto de las ventanillas como de las puertas, que permiten el ingreso de aire frío, convirtiendo el interior del colectivo en algo más que es una heladera. Y en cuanto al precio del boleto, puedo afirmar que es carísimo: pagamos por hacer el trayecto entre Tafí Viejo y San Miguel de Tucumán, y viceversa, casi $ 17. A esto hay que agregarle el subsidio del Estado que le llega a las empresas en forma mensual, según información periodística. Señores de las empresas 130 y 131: por favor mejoren el servicio; los vecinos de Tafí Viejo no les pedimos mucho.

Orlando Castañares

Avenida Independencia 896
Tafí Viejo

MENORES QUE DELINQUEN

Con esta propuesta sólo busco acercar algunas ideas sobre cómo deberían ser tratados los menores que cometieron delitos. Deben ser internados en un instituto para recuperarlos. El mismo debe ser un instituto integral de educación primaria, secundaria y de enseñanza técnica, idiomas y cultura general, como artes, pintura y música, y con práctica de deportes que no sean de contacto. Los internos deben quedar protegidos por el Estado Nacional hasta los 22 años, y a los padres suspenderles la Patria Potestad. El establecimiento debe ser atendido por personas del mismo género, tanto los profesores como los empleados; el menor no debe realizar ninguna tarea de limpieza, y lo único que deben hacer es instruirse en preparación física, religión y cuidado de su salud. La habitación debe ser individual, una persona por dormitorio, y la misma debe tener baño y ducha, no deben recibir visitas ni tener teléfono celular. Todos los internos, una vez cumplido el ciclo, el Estado debe protegerlos y guiarlos con una asistente social, y también otorgarles casas en barrios del Instituto de la Vivienda, y también un subsidio mensual, vital y móvil por 12 meses. Y los empleados de la Institución deben pertenecer a Gendarmería Nacional y a la Policía Federal.

Remigio Horacio Uncos

Pasaje Maurín 2.596
San Miguel de Tucumán