ACTÚA HOY

• A las 23 en Magic Music Box (José Colombres 427), con JohnyBoy y Roadie.

El nombre surgió como un chiste, pero quedó. Bándalos Chinos no son vándalos ni chinos. Componen canciones, simplemente, y en su último disco “BACH” (en rigor, el primero de larga duración) es donde proliferan las letras urbanas que hablan del presente, con una mirada juvenil y fresca. “El concepto es que el pasado es historia, el futuro misterio y el presente un regalo”, afirma para LA GACETA Gregorio Goyo Degano, el cantante del grupo. “Tenemos muchas expectativas por llegar a esa región con nuestra música; es la primera vez que vamos, pero por supuesto conozco Tucumán y Santiago del Estero, donde tengo familiares”, agrega.

En el tema “Demasiado”, una balada pop, hay parte de esa idea que propone: “Quizá fue demasiado hablarte del pasado... No quiero ser tu amigo, no tengo memoria”, dice su letra. 

Tomás Verduga (guitarra), Salvador Colombo (teclados), Matías Verduga (batería), Iñaki Colombo (guitarra) y Nicolás Rodríguez del Pozo (bajo) son los otros integrantes de este grupo que grabó en Texas, en medio del desierto de EEUU. “El año pasado fue decisivo: arrancamos tocando en el Cosquín Rock y luego en el Lollapalooza. Y presentamos el disco en Niceto”, reseña Degano.


- ¿Son electropop?

- La verdad es que en esta era de los subgéneros no me incluiría ahí, más bien diría sólo pop. Hacemos canciones y este disco lo hicimos con un clima revival de fines de los 70 y principios de los 80, muy focalizado ahí. Lo grabamos con un productor por primera vez, con Adán Jodorowsky, que nos pedía llegar al estudio con las canciones, la guitarra y la voz. Entramos al estudio habiendo compuesto de ese modo, sin prueba previa de sala de ensayo ni de fecha en vivo. Las canciones florecieron directamente donde se cuece todo el asunto. Y a partir de allí comenzamos a trabajar... No hemos utilizado elementos electrónicos. Hemos encontrado nuevas texturas. Este larga duración tiene 11 temas, y todos con el formato de canción. Ocupé cinco jornadas distintas para grabar las voces, porque no estaba conforme.

- Las composiciones son colectivas.

- Sí, si bien generalmente Salvador viene con una base, lo que queremos contar lo hacemos de forma colectiva. Es un mensaje que nos representa a todos. Las letras son situaciones urbanas, cosas que suceden como la muerte de un familiar o la pérdida de un amor, o la historia de una pareja trunca. A veces componemos a modo “cadáver exquisito”, y vamos puliendo las composiciones. En definitiva, lo que importa es lo que pasa aquí y ahora, no queremos mirar atrás, este tiempo es nuestro lugar. Bándalos Chinos surgió como un grupo de amigos, hay dos pares de hermanos y nos conocemos desde que teníamos 10 años. En otros temas nos salía más el punchi, pero ahora nos anima más lo introspectivo, las cosas más íntimas. Nuestra música hacía bailar y bailamos porque nos gustaba... Con temas como “Nunca estuvo acá” nos hicimos conocidos, pero es como el pasado. O “La Isla”. En “Concierto”, por ejemplo, se pueden escuchar esas letras muy personales.

- ¿Cómo es la relación con el público?

- Muy buena, no son tan jóvenes los que nos escuchan, nuestra franja es de entre 25 y 35 años más que de 15 a 20.

- ¿Qué saben de Tucumán?

- Una ciudad en la que hay un gran afluencia de estudiantes universitarios de otros lugares. Y que eso genera un movida musical importante, como sucede en La Plata.