El ex jefe de Policía, Hugo Sánchez, amplió su declaración espontánea y afirmó que Arturo Guillermo Polli había incurrido en olvidos e incoherencias en su declaración sobre el desarrollo de los hechos, el 26 de febrero de 2006. El imputado aseguró que el testigo, quien fue detenido por probable falso testimonio, lo buscó en una camioneta oficial para trasladarse junto con su familia hasta el Club de Veraneantes, en Raco. “Sí, fui a esa cena. Sí, fui a ese lugar”, enfatizó el ex funcionario de la gestión de José Alperovich. Rechazó así la versión de una reunión por el caso en la vivienda del entonces secretario de Seguridad, Eduardo di Lella.

Sánchez, a su vez, hizo hincapié en que recordó oportunamente que “la camioneta S10 del doctor Di Lella fue la que acompañó” a la camioneta oficial, desde la comisaría de Raco hasta el club, para participar en una “fiesta social”. Y dio otras descripciones respecto del salón para sustentar su relato.

Polli, presentado como testigo por la parte de Sánchez, dijo que había trasladado a la familia Sánchez hasta Raco. Sin embargo, no pudo determinar la ubicación de la dependencia policial ni cómo llegar a la sede de la institución civil. Ni siquiera reconoció la garita de control ubicada a la vera de la ruta 341, entre otros puntos de referencia. Durante la inspección ocultar, el testigo fue impreciso en su descripción.

Por otro lado, el ex jefe de Policía agregó que el ministro de Seguridad, Mario López Herrera, era el encargado de brindar en 2006 la información al entonces gobernador sobre la investigación de la desaparición y crimen de Paulina Lebbos. De esa forma, rechazó la respuesta del actual senador, quien lo había consignado por esa tarea.

En la investigación

Horas después, el ex chofer de Sánchez afirmó, en su declaración ante el fiscal Diego López Ávila, que no había llevado a su jefe a Raco el 26 de febrero, día de la desaparición de la joven universitaria, ni en otra ocasión. Aunque abrió la posibilidad de que lo haya trasladado a otros puntos de la provincia y en diferentes ocasiones, según informaron fuentes judiciales.

Ayer, Polli amplió su declaración en la Fiscalía de Instrucción IV. “Aclaró algunos puntos que no habían quedado claros en la primera declaración”, confirmó el abogado defensor, Álvaro Zelarayán. El letrado manifestó que en la inspección ocular, su defendido se había “topado con un lugar, según cree, donde no estuvo nunca. Eso lo llevó a una confusión de fechas y lugares y que no había ido esa noche. Pero más de una vez llevó a Sánchez y su familia a distintos lugares”, enfatizó.

La Sala III, integrada por Dante Ibáñez (presidente), Carlos Caramuti y Rafael Macoritto, rechazó en la última audiencia del juicio por el homicidio de Paulina y posterior encubrimiento, un pedido efectuado por la defensa técnica de Sánchez. El abogado Alejandro Biagosch había requerido que el testigo Polli sea sometido a un examen psiquiátrico en un centro relacionado con los Veteranos de Malvinas, ratificando los dichos del ex jefe Sánchez, quien puso en duda el estado de salud mental del chofer.

“No tengo dudas. Las pruebas documentales y testimoniales que se brindaron en la audiencia, hablan a las claras de que la reunión ocurrió y fue en la casa de Di Lella”, dijo el abogado querellante, Emilio Mrad. Según el patrocinador de la familia Lebbos, “las pruebas que produjo la parte de Sánchez no desvirtuaron esa reunión, en la casa del otro imputado” de la causa por encubrimiento.

“Este testigo (por Polli) fue mendaz, mintió en la audiencia. El imputado Sánchez quiere poner en duda ahora ese testimonio diciendo que la persona tiene problemas psicológicos, estando en actividad este agente en la Policía de Tucumán”, añadió Mrad.