El juicio oral por el crimen de Paulina Lebbos y posterior encubrimiento se reinicia hoy, tras la feria de invierno. “Esperamos que surja la verdad y se haga Justicia para que se termine esto de una vez por todas. Es tremendo remover todo, y no es por mí, sino por la familia. Uno se levanta cada día y no sabe con lo que se va encontrar en la audiencia. Es un estado de tensión permanente que repercute. No queremos venganza, no tenemos rencor, queremos que se haga Justicia, como debe ser”, dijo Alberto Lebbos, quien ayer se mostró expectante por la reanudación del proceso.

El padre de la joven asesinada en 2006, centró sus expectativas en lo que se pueda establecer a partir de los testimonios sobre el levantamiento de pruebas. El cuerpo de la estudiante fue hallado el 11 de marzo del mismo año, a la vera de la ruta 341, en Tapia. “Ahora viene la parte del peritaje, todos los que trabajaron en la recolección de muestras. Es muy importante porque esto fue una pieza fundamental para el encubrimiento. Nada se hizo como corresponde. Al contrario, se desbarató el lugar donde encontrar a Paulina y luego se estropearon las muestras”, remarcó Lebbos.

Alperovich está obligado a responder en el juicio por Paulina Lebbos

Asimismo, el querellante reafirmó su posición y espera que el ex gobernador José Alperovich se presente a declarar bajo la figura de testigo ante el Tribunal. “La hija (Sara Alperovich) dijo que él cumple siempre su palabra y que está a favor del derecho de las mujeres. No sé si tenía conocimiento de que Paulina era una gran mujer. Que se presente a declarar y deje interponer recursos que son abusivos”, enfatizó Lebbos. La defensa del actual senador elevó un planteo contra algunas preguntas del cuestionario escrito, enviado por las partes.

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La Sala III, integrada por Dante Ibáñez, Carlos Caramuti y Rafael Macoritto, debe resolver las situaciones de cinco testigos. Las resolverá durante las jornadas o serán incluidas en el fallo final. Estas personas son Guillermo Arturo Polli (ex chofer del acusado Hugo Sánchez), Hugo Cabeza, Dionisio Guerra y René Aguirre -policías durante 2006-, y Carlos Andrés Cisneros, un obrero. Ya se concretaron ocho detenciones, la mayoría, por falso testimonio.