LONDRES, Reino Unido.- “Hartos de sus excesos y sus rabietas”, así se declararon las miles de personas que inudaron, como un río humano, las calles de Londres para protestar contra la visita de Donald Trump al Reino Unido. “Misógino, racista y violador”, “secuestrador de niños”, “Trump, basura”, “Sos una desgracia para la humanidad”, decían algunos de los carteles que podían verse en las dos marchas que se ocuparon ayer la capital inglesa donde el presidente de Estados Unidos se reunió con la primera ministra Theresa May y la reina Isabel II.

“Es un demagogo racista, un peligro para las mujeres, los inmigrantes y las minorías y una amenaza de muerte para la paz mundial y el futuro de la vida en la Tierra”, dijeron algunos de los organizadores de las protestas.

El primer plato fuerte de la jornada de protestas ha sido una manifestación convocada por Women’s March London (Marcha de Mujeres, sección Londres). Partió a las 11, desde la sede de la BBC, en Portland Place, para terminar con una concentración en la plaza del Parlamento. En el camino, atravesó arterias centrales y muy turísticas -cortadas al tráfico- como Regent Street, Picadilly Circus, Haymarket, Trafalgar Square o Whitehall.

El protagonista de la manifestación -que Trump sobrevoló en helicóptero, cuando iba a tomar el té en el castillo de Windsor- fue un muñeco inflado con helio, de siete metros de altura, que lo representaba como un bebé gritón, con pañales atados con un alfiler que decía “tuit” y un teléfono celular en la mano derecha. El “Bebé Trump” se paseó por Trafalgar Square, cerca del Big Ben, y por algunas de las calles más emblemáticas de Londres, en plena temporada turística. Algunos marcharon con túnicas rojas como personajes de la serie “El cuento de la criada”.

Luego de la “Women’s March”, arrancó la coalición “Together Against Trump” (Juntos contra Trump), promovida por el periodista Owen Jones. Ambas protestas reunieron a más de 100.000 personas, una enormidad para una ciudad europea.

Las manifestaciones fueron convocadas por sindicatos, grupos defensores de los derechos humanos y grupos religiosos. También hubo colectivos a favor de Palestina, de los refugiados, feministas o ecologistas, entre otros muchos.

El jueves a la tarde ya hubo una protesta ante la entrada del palacion de Blenheim, cerca de Oxford, donde Trump fue recibido en una cena por May, y otra ante la residencia del embajador estadounidense en Londres, donde Trump pasó la noche.

El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, recibió críticas por permitir la protesta con el globo. Sin embargo, el político defendió hoy su decisión en la BBC Radio. “La idea de limitar el derecho a la libertad de expresión porque un político extranjero pueda sentirse ofendido es un paso hacia el abismo”, dijo. (DPA-Reuters-Especiales)