A un vecino del bario Teresa de Calcuta, en Alderetes, le llamó la atención el estruendo que se oyó esta mañana en la zona. Salió a la puerta para ver qué había pasado y se encontró con un joven tirado en el piso, boca abajo y aparentemente sin vida.
El hombre llamó de inmediato a la Policía para avisar lo que sucedía y un grupo de uniformados se presentaron en el lugar, donde confirmaron que el joven que yacía en el piso no tenía signos vitales.
Mientras personal de Criminalística trabajaba en el lugar, realizando pericias y buscando pruebas que permitan identificar al homicida, una mujer se presentó alarmada. Se trataba de la madre del joven fallecido, quien lo identificó como Nicolás Fernando Pachi, de 23 años. 
Fuentes policiales informaron que debieron acelerar las tareas y pedir la colaboración del Cuerpo de Infantería porque el clima comenzó a tornarse violento y se acercaron varias personas para agredir al personal.
Las fuentes presumen que podría haberse tratado de un crimen relacionado con drogas, ya que entre las prendas de vestir de la víctima había un celular, un encendedor y un tubo metálico como lo que suele utilizarse para consumir estupefacientes. También hallaron un paquete con bolsas de consorcio.

A un vecino del bario Teresa de Calcuta, en Alderetes, le llamó la atención el estruendo que se oyó esta mañana en la zona. Salió a la puerta para ver qué había pasado y se encontró con un joven tirado en el piso, boca abajo y aparentemente sin vida.

El hombre llamó de inmediato a la Policía para avisar lo que sucedía y un grupo de uniformados se presentaron en el lugar, donde confirmaron que el joven que yacía en el piso no tenía signos vitales y había recibido un disparo en el pecho.

Mientras personal de Criminalística trabajaba en el lugar, realizando pericias y buscando pruebas que permitan identificar al homicida, una mujer se presentó alarmada. Se trataba de la madre del joven fallecido, quien lo identificó como Nicolás Fernando Pachi, de 23 años. 

Fuentes policiales informaron que debieron acelerar las tareas y pedir la colaboración del Cuerpo de Infantería porque el clima comenzó a tornarse violento y se acercaron varias personas para agredir al personal.

Las fuentes presumen que podría haberse tratado de un crimen relacionado con drogas, ya que entre las prendas de vestir de la víctima había un celular, un encendedor y un tubo metálico como lo que suele utilizarse para consumir estupefacientes.